Expedientes técnicos mal hechos:
Atendiendo nuestra inquietud periodística con relación a la enorme cantidad de expedientes técnicos mal elaborados, los mismos que afectan el inicio y la continuidad de numerosas obras públicas, un trajinado profesional en la rama de construcción civil, amigo de esta casa editora, nos ilustró acudiendo a un elocuente y bien planteado punto de comparación.
Dijo que hasta antes de la era digital, el expediente técnico se elaboraba a partir de un indispensable reconocimiento físico del terreno donde se va a ejecutar la obra. Y no solo eso. También se revisaba minuciosamente los aspectos de carácter legal, incluyendo lo relacionado con el impacto social y ambiental. Este primer paso, demás está decirlo, permitía no solamente elaborar un expediente técnico fidedigno y confiable. También permitía que documento sea desarrollado sin mayores contratiempos, dentro del plazo establecido en el respectivo contrato.
De lo declarado por nuestro interlocutor, no nos cabe la menor duda. Nunca como ahora, estamos viendo a nuestro alrededor tantas obras púbicas paralizadas y abandonadas, todo por culpa de expedientes técnicos incompatibles y pésimamente elaborados.
Según nuestro informante, actualmente las unidades ejecutoras, llámense gobierno regional o municipalidades, han sucumbido a la predilección de encargar la elaboración de sus expedientes técnicos a empresas consultoras recién consorciadas. Éstas, en realidad, son empresas con muchos años de clientelaje en estos lares, pero que, de acuerdo con las circunstancias, cambian de denominación de un día para otro. Eso pone muy en claro que, ni la unidad ejecutora ni la empresa consultora, tienen mayor interés en la correcta elaboración del expediente. Lo que importa es cumplir con el cliente. Lo que venga después, no interesa. Todo está fríamente calculado.
En la mayoría de casos, el expediente elaborado por estas empresas consultoras es en realidad un documento chancado, es decir copia fiel de otro original. Lo sucedido con el expediente técnico del colegio Politécnico Nacional del Santa, es un ejemplo.
El 16 de noviembre del 2021, la Sub Región Pacífico del gobierno regional de Ancash y el Consorcio Politécnico, suscribieron un contrato por 830 mil soles para la elaboración del expediente de obra. Éste debió ser entregado en un plazo de 120 días que se venció el 16 de marzo del 2022. Pero, además de no cumplir con el plazo establecido y de haber cobrado el íntegro del monto acordado, la empresa consultora entregó el expediente a destiempo, con más de 60 observaciones de orden técnico y administrativo. Para colmo, la Sub Región Pacífico emitió una resolución dando por aprobado el expediente. Ni cómo reclamar.
En declaraciones publicadas ayer en el Diario de Chimbote, el actual gerente de la Sub Región Pacífico, Juan Bustamante Encinas, ha dicho que el Consorcio Politécnico tiene plazo hasta la primera quincena de octubre para levantar dichas observaciones. Pero lo que no ha dicho es qué podría pasar si, llegado el momento, la empresa consultora no cumple su palabra, como ya ha sucedido en anteriores oportunidades.
Como podemos ver, la elaboración de un buen expediente técnico no es asunto de tecnología. Es cuestión de honestidad.