En realidad ya hemos perdido la cuenta de las ocasiones en que el juez anticorrupción Eudosio Escalante Arroyo ha vapuleado y dejado muy mal parado al Fiscal Laureano Añanca Chumbe, pues esto ya parece historia repetida en muchas de las carpetas que se tramitan ante su juzgado.
En esta oportunidad, el juez rechazó de plano la pretensión del Fiscal Añanca de acumular dos carpetas fiscales en las cuales se investiga el escandaloso caso de la avenida Pardo, señalando que su petición a estas alturas no es solo un absurdo, sino que la considera una acción abiertamente dilatoria porque ya concluyeron los plazos de ambas investigaciones, y en donde, además, hay evidentes irregularidades y deficiencias en los actos de investigación.
Lo más curioso es que una vez que el Juez Escalante Arroyo emitió su decisión y tras escuchar del propio Fiscal Laureano Añanca que apelaba la resolución, ordenó que en el acto fundamente oralmente su pedido, a lo que el Fiscal se negó en varias oportunidades señalando que lo haría por escrito en los próximos días.
“Hay un ánimo dilatorio inaceptable de su parte, estas carpetas ya culminaron su etapa de investigación hace varias semanas y lo que usted hace es evitar pronunciarse” le increpó el Juez mientras ordenaba que se remitan copias certificadas al órgano de control interno para que lo investigue por este accionar.
Llama la atención que un representante del Ministerio Público no pueda fundamentar oralmente sus impugnaciones, más aun cuando en ese momento que el juez rechazaba de manera contundente su petición era impostergable que demuestre que está en sus razones y que la acumulación tiene supuestamente fundamento jurídico, empero, el Fiscal no lo hizo porque no tiene argumentos o porque sencillamente no los conoce.
Sin embargo, en este caso nuestro medio de comunicación recuerda que hace ya siete meses atrás, en octubre del año pasado cuando se tomó conocimiento que existían dos carpetas fiscales que investigaban el mismo asunto, le preguntó al Fiscal porque no solicitaba la acumulación de los dos expedientes y en ese momento dijo que no se necesitaba y agregó “vamos a ver”.
Por ello sorprende sobremanera que haya esperado tanto tiempo para demandar una acumulación que se caía por su propio peso, la diferencia entre una y otra investigación no solo está en la diversidad y numero de investigados, sino en las pruebas que las carpetas contienen, pues una de ellas cuenta con el informe final elaborado por la Contraloría General de la República que fue la entidad que determinó los hallazgos delincuenciales de esta obra.
No se entiende las razones por las cuales el Fiscal ha permitido que este proceso caiga en una situación de caducidad de plazos y en el emplazamiento del Juez para que se emitan los pronunciamientos del Ministerio Público, pues ahora deberá hacerlo en cada carpeta y es posible que algunos de los investigados salgan bien librados de los cargos.
Esto es lo que genera suspicacias, que el Ministerio Público teniendo las herramientas procesales en la mano no haya procedido a unir oportunamente las dos carpetas en una sola para poder fundamentar las acusaciones en las pruebas acumuladas por la Contraloría general de la república, hay allí una suerte de desidia que a cualquiera lo animaría a pensar, sin exagerar, que se procede de esta manera de ex profeso y para favorecer a algún investigado.
Hay que tener en cuenta que las denuncias relacionadas con las irregularidades en la obra de la avenida Pardo se remontan a muchos años atrás, el Ministerio Público se ha tomado su tiempo para sobrellevar esta investigación, se le han otorgado todos los plazos necesarios, ha tenido los informes de la contraloría en sus manos en el momento preciso, sin embargo, ahora se advierte que no han actuado con la diligencia que requiere este caso emblemático, que han dejado pasar los plazos para poder demandar las acumulaciones pertinentes y que no existe ánimo para pronunciarse sobre estos hechos y se apela al argumento más fácil, es decir, solicitar ampliaciones sucesivas cuando estamos en un nuevo modelo procesal en el que se pide a gritos que haya más celeridad.
Lo cierto es que la obra de la avenida Pardo es uno de los grandes escándalos de corrupción en la gestión del ex presidente regional César Álvarez Aguilar por lo que se espera que la Fiscalía pueda aquilatar debidamente los medios probatorios y se encuentre en condiciones de esgrimir una requisitoria escrita que permita al juzgador encausar el proceso hacia un juicio oral en el que se deslinden responsabilidades y se sancione con drasticidad a los responsables del despilfarro de los recursos regionales.
UN SENTIDO ADIOS
Apenas a los 63 años de edad dejó de existir uno de los artistas más queridos y apreciados en la historia de nuestro puerto y cuya música a lo largo de los años ha identificado a muchas generaciones que se unieron y formaron familias bajo las melodías de su impactante voz y las notas de su composición, nos estamos refiriendo a Aldo Guibovich Salazar, primera voz y uno de los fundadores de “Los Pasteles Verdes” la afamada orquesta que hizo historia en la música del país y Sudamérica y que por años fue el emblema de nuestra ciudad.
El cantautor falleció la semana pasada en México, en el cual reside desde hace muchos años, desde que dejó nuestro país en busca de nuevos horizontes artísticos y donde se consolidó como un gran artista que, como todos los seres humanos, somos pasibles de adquirir males que nos llevan inexorablemente a la eternidad.
Aldo Guibovich hizo historia en la música de Chimbote y el país, como olvidar las canciones de antaño de Los Pasteles Verdes, como Hipocresía., el reloj, Recuerdos de una noche, una música romántica que dejó imborrables huellas en las generaciones de los años 70 y 80 en nuestro puerto. Como él ya son cuatro integrantes de los famosos “Pasteles Verdes” que han partido a la eternidad, entre ellos Fernando Arias que también fue una de las voces incomparables de la famosa orquesta. Descansa en paz Aldo, el pueblo de Chimbote nunca te olvidará.