RECHAZO
Mientras que una serie de autoridades e instituciones se han pronunciado a favor y en contra del retorno del proyecto especial Chinecas al Ejecutivo, el sindicato de trabajadores de Chinecas ha terciado en este tema expresando su más absoluto rechazo a la forma como el Gobierno, por intermedio de la Ministra Marisol Pérez Tello, ha anunciado su pretensión de despojarle a la región Ancash del proyecto irrigador. En pronunciamiento que han suscrito en las últimas horas, los trabajadores expresan su absoluta disconformidad con la amenaza lanzada por la Ministra al señalar que podría expedirse un decreto de urgencia para trasladar el proyecto Chinecas al Gobierno central debido a la evidente ineficiencia e incapacidad de las diferentes gestiones que se han sucedido en los últimos años. Afirman que si bien es cierto que han existido actos de corrupción, el gobierno central debe también hacerse un mea culpa en la medida que existen diferentes mecanismos de control y ninguno ha funcionado para impedir la presencia de una red de corrupción en Ancash. ¿Qué hizo la Contraloría General de la República en tantos años de manejo corrupto de la región? se preguntan a la vez que agregan que tampoco han funcionario la procuraduría, el poder Judicial y la Fiscalía, por ello es que si bien es cierto que admiten que ha existido responsabilidad en la gestión regional, tampoco se pueden eludir responsabilidades a nivel del ejecutivo. Los trabajadores creen que la Ministra lo que quiere es lavarle la cara al Ejecutivo con el fácil argumento de la mediocridad de la gestión regional. El Sindicato de trabajadores ha señalado que no permitirán que se violente la ley de regionalización y descentralización, y, por el contrario, exigirán a la ministra Pérez Tello y al Presidente de la república que asignen el presupuesto respectivo para que se pueda ejecutar el anhelado proyecto irrigador. Parece que el boche recién empezará.
ORDEN
Al instalarse en el cargo y reunido con el director saliente William Llajaruna y los trabajadores de la sede central, el flamante director regional de educación, Miguel Arista Cueva dijo en su discurso inicial que no llega para dejar sin efecto lo que ha trabajado la gestión saliente sino para continuar todo lo bueno que se haya dejado pendiente. En cuanto a las primeras medidas que adoptará dijo que ello pasa por “poner orden en las UGELes y la DREA”. La verdad es que no sabemos que habrá querido decir el flamante funcionario, habría que saber a qué se refiere con “poner orden” pues generalmente se hace esta referencia cuando se imponen los cambios en los principales puestos de confianza. Empero, en lo que se refiere a las UGEL’es el flamante director regional no podrá remover a ninguno de los directores en la medida que son funcionarios que han accedido por concurso y para el lapso de tres años, aunque, como alguna vez lo dijimos en esta columna, siempre se dejó una ventana para que se haga valer la opción política de los gobernantes de turno. Y ella es una evaluación a la que deben ser sometidos los directores de las UGEL’es la misma que está programada para el mes de Julio. En esta evaluación director que no salga aprobado tendrá que dar un paso al costado para designarse a otro y con este pretexto se pueden volar a muchos. Habrá que ver como se asume esta evaluación pues los actuales directores fueron evaluados por la gestión de Waldo Ríos, quien ya está fuera del gobierno regional y se encuentra al frente Luis Gamarra Alor, con otros directores y otros funcionarios. Huummmmm…..
CONVENIO
Todo indica que el alcalde Valentín Fernández Bazán ya tiene listo el convenio con la compañía Telefónica para poner en marcha un ambicioso proyecto de seguridad valorizado en 20 millones de soles, el cual se ejecutará a través de la modalidad de “obras por impuestos”. Anteayer el alcalde estuvo con los altos directivos de la compañía en Lima y todo indica que cerraron todos los detalles del documento para los efectos de ponerlo en ejecución, se dice que este financiamiento abarca para la adquisición de nuevas unidades, motocicletas, cámaras de seguridad, ampliar el recurso humano del servicio de seguridad ciudadana, así como la implementación de todo un programa que prevé la señalización y mapeo de las zonas rojas y que requieren de mayor presencia policial. Esperemos que el proyecto concluya con éxito porque la inseguridad que se vive en las calles así lo reclama.