Editorial

Bombas de tiempo empiezan a estallar

Obras municipales:

Tras el estallido de las bombardas anunciando la llegada de un nuevo año, recién hace dos días  han empezado a  estallar las bombas de tiempo que, hace un año,  la gestión del ex alcalde de la provincia del Santa Roberto Briceño Franco dejó en manos de su sucesor Luis Gamarra Alor.  El estallido de estas bombas de tiempo no ha causado el menor daño personal, pero  ha ocasionado pérdidas económicas en perjuicio de Chimbote por un monto que tranquilamente supera los 50 millones de soles.

En una conferencia de prensa convocada circunstancialmente, el gerente municipal Joe Terrones Rodríguez y el gerente de Infraestructura Héctor Falcón Jara dieron a conocer, con cifras oficiales en la mano, que durante el 2023 la actual gestión  edil ha iniciado la ejecución  de 112 obras con  un presupuesto inicial de apertura  de S/523´722,516.00. Eso ha permitido a la municipalidad cerrar el presente año con una ejecución presupuestal de 59.6%.

Setentaicinco de estas obras corresponden a la gestión de Luis Gamarra Alor, en tanto que las 37 restantes, la mayoría de ellas paralizadas o suspendidas, proceden de la administración de Roberto Briceño Franco, entre las que destacan cuatro que tienen las características de obras emblemáticas o de impacto.

Con relación a la remodelación de la avenida Pardo, los funcionarios municipales no tuvieron mejor expresión para definir su situación que considerarla como “un  dolor de cabeza para la población de Chimbote”.  Y razón no les falta. Han confirmado que la ejecución,  tanto de la primera como de la segunda etapa de la obra, fue abandonada por la empresa contratista dando lugar a la rescisión del respectivo contrato. En este momento, según dijeron, se están  ultimando los detalles para  convocar  a licitación el saldo de obra, lo que permitirá su inmediata reiniciación.

En lo que respecta a la situación de avenida Costanera, ambos funcionarios anunciaron que la comuna provincial gestionó ante la Dirección de Capitanías de la Marina de Guerra del Perú, a objeto de obtener el permiso correspondiente para la construcción del enrocado.  Pues sin este enrocado, la estructura de la avenida Costanera siempre estará expuesta a colapsar por efecto de la erosión marina, como sucedió el 29 de enero del año pasado ¡19 millones de soles tirados al agua!. Tal como sucede en situaciones domésticas, también en las obras públicas primero hay que ponerse las medias y después los zapatos.

Lo que viene sucediendo con el Estadio Centenario no es ajeno a esta realidad. Su reconstrucción ha tenido más de un tropiezo y más de un contratiempo, que han hecho imposible su culminación. Esta es la razón por la que, por ejemplo,  los equipos chimbotanos de fútbol que disputan las etapas provincial y regional de la Copa Perú, no pueden ejercer su condición de locales  y tienen que disputar la competencia en escenarios  ajenos. De acuerdo con lo afirmado por los  gerentes municipales, en breve se conocerá al ganador de la licitación y luego habrá tres meses que significa la importación de la grama con certificación FIFA después se mejorara el sistema de iluminación y el respectivo mantenimiento para colocar nuevamente el estadio al servicio del fútbol chimbotano.

El drama por el que atraviesa el Teatro Municipal, tampoco estuvo ausente en la conferencia de prensa.  Falcón Jara dijo que el retraso de esta cuarta bomba de tiempo  se debió, entre otras razones, al hallazgo de 1,112 observaciones hechas por la Contraloría General de la República. ¡Un verdadero récord!.  Al respecto, afirmaron que 1,100 observaciones ya fueron levantadas,  faltando únicamente hacer lo propio con 12 de ellas. Si esto fuera así,  se estima que a más tardar la próxima semana, la obra del teatro municipal será oficialmente recepcionada. Terrones confirmó que habrá una especia de autoridad autónoma para administrar el Teatro Municipal y que el alcalde también es de esa opinión.

Todos en Chimbote esperamos que, con el estallido de estas bombas de tiempo, ahora sí la actual gestión municipal pueda dar vuelta a la página y concluir todas las obras que recibió en condición de suspendidas o paralizadas. No creemos que sea mucho pedir.