Residuos sólidos:
Exactamente, ha transcurrido un año desde que la construcción de la planta de tratamiento de residuos sólidos de Nuevo Chimbote, financiada por el Ministerio del Ambiente, ha sido concluida al cien por ciento. Oficialmente, este es un tiempo más que suficiente para que la municipalidad del distrito, receptora de la obra, haya podido realizar todos los trámites administrativos para que esta moderna y costosa infraestructura ya se encuentre en pleno funcionamiento. Ello no obstante, hasta hoy la planta de tratamiento se mantiene totalmente paralizada, como una planta ornamental que no da fruto, conforme lo acaba de revelar la Contraloría General de la República.
No deja de ser imperativo recordar que, luego de agotadoras gestiones, el estado ha invertido a través del Ministerio del Ambiente la considerable suma de S/13´461,002.55 en la construcción de esta importante infraestructura. Incomprensiblemente, esta situación se da en momentos en que el distrito de Nuevo Chimbote genera diariamente un promedio de 300 toneladas de residuos sólidos que van a parar al relleno sanitario tal y cual son recogidas en la vía pública. Conforme lo han señalado expertos en materia sanitaria y ambiental, el relleno sanitario no basta para el tratamiento final de este considerable volumen de residuos. La solución no es otra que la planta de tratamiento.
Ya el 5 de enero del año pasado, a menos de una semana de asumir el cargo la actual gestión municipal, se dio a conocer que la construcción de esta infraestructura había sido concluida en un cien por ciento y que solo quedaba por delante el cumplimiento de dos gestiones complementarias. Primero, la verificación de su funcionamiento por parte de los funcionarios del Ministerio del Ambiente y, segundo, la recepción a cargo de la municipalidad distrital de Nuevo Chimbote, como institución beneficiaria.
Pero lamentablemente, tal como lo acaba de advertir la Contraloría General de la República, ninguna de estas dos gestiones complementarias se han realizado a pesar del año transcurrido, impidiendo de esta manera que la planta pueda entrar en funcionamiento. Pues otra de las cosas que ha advertido la Contraloría es que, debido al prolongado tiempo que ya llevan en desuso, algunas instalaciones de la planta corren el riesgo de quedar inservibles. Máquina que no se usa, máquina que se malogra.
Inevitablemente, cosas como estas traen a la memoria malas experiencias que son influenciadas por el celo político y que, por encima del principio de gobernabilidad, prevalece entre una y otra gestión municipal. De manera deliberada, las cosas buenas de la gestión anterior no siempre son continuadas por la nueva gestión.
Así lo ha puesto de manifiesto, por ejemplo, la suerte corrida por el teatro municipal de Nuevo Chimbote. Con ésta ya son dos las gestiones que se han obstinado en desmerecer la trascendencia de esta obra, tanto así que últimamente algunos ambientes del teatro estuvieron a punto de ser convertidos en oficinas administrativas, como si el arte y la cultura no tuvieran el valor que poseen.
Asimismo, hace ya tres años, una geomembrana tendida en el subsuelo adyacente al relleno sanitario, en La Carbonera, del proyecto de las Celdas Transitorias, para el tratamiento de residuos sólidos, valorizado en 3 millones de soles, fue sustraída sin que hasta el momento se haya dado ninguna explicación. Ese proyecto fue establecido entre el Ministerio del Ambiente y la Municipalidad Provincial del Santa. Nunca funcionó pues la geomembrana la robaron y los funcionarios municipales jamás se interesaron en el mencionado proyecto.
Si a este agregamos lo que sucede con la planta de tratamiento de residuos sólidos para Nuevo Chimbote solo podemos inferir que las inversiones para tratar la basura que genera la población se hacen a través del Ministerio del Ambiente pero hasta el momento ambas son inversiones fallidas, que no dan frutos.