POR: FERNANDO VALDIVIA CORREA.
Al cierre del año que nos dejó, en no tan improvisada rueda de prensa, un grupúsculo de personajes autodenominados Coalición Ciudadana presentó el “Manifiesto por la Democracia”. ¿Quiénes son y qué pretenden?. Entre sus integrantes figuran los exministros Gloria Montenegro, Mirtha Vásquez y Gino Costa, así como el exgobernador regional Mesías Guevara. Obvio, la mismocracia. Montenegro, quien en junio de 2019 obligó a oficiales generales del Ejército a posar antes cámaras usando mandiles rosados encima de los uniformes reglamentarios. Inexcusable vergüenza. Vásquez, como expremier del golpista Pedro Castillo, seguimos esperando la relación de visitantes a la casa de Sarratea. Costa, el camaleónico de la política como toledista, humalista, villanarista, ppkausa, etc. Está con todos y a la vez con nadie. Y, no podía -ni debía- faltar en esta aviesa lista, Guevara, aferrado durante años a la Presidencia de Acción Popular, se vio forzado a renunciar a la militancia antes que lo defenestren. En suma, CAVIARES.
De acuerdo al pronunciamiento, abogan por “lograr un consenso por una salida pacífica y constitucional o por el adelanto de elecciones generales”; es decir, impedir que la señora Dina Boluarte culmine el mandato presidencial. Y no solo quieren hacerlo, sino que cuentan con las herramientas. Joseph Stalin solía decir que “no importa quien vota, sino quien cuenta los votos”.
Es sabido que en cualquier contienda electoral participan el JNE, la ONPE y la RENIEC. Así, es indiscutible que la caviarada tiene copado el Jurado Nacional de Elecciones. Asimismo, está venciéndose el mandato de los jefes de la ONPE y RENIEC, cuya designación está a cargo de la polémica Junta Nacional de Justicia. Y, coincidentemente, esta última entidad también está cooptada por la progresía; por lo que no hay que ser eruditos para darnos cuenta que en las próximas elecciones generales las probabilidades de manipuleo del cómputo electoral son muy altas. Total, es casi seguro que así ocurrió en el 2021, y no pasó nada. Castillo Terrones preso y asunto arreglado.
Y si esto no fuese suficiente, también han recuperado el control del Ministerio Público. Si algún opositor resulta bastante incómodo, podría acabar con prisión preventiva y/o allanamiento de domicilio u oficina. Y por cierto, no interesa si goza de algún tipo de inmunidad, pues para eso existen opinólogos que argumentarán que “en ese caso” no aplica.
Advertidos estamos, esto no es una colación, sino coacción ciudadana.