Como si recién estuvieran descubriendo la pólvora, los funcionarios del proyecto especial Chinecas han dado a conocer lo que para ellos es una noticia de último momento. En una información difundida a través de las redes sociales, han informado que ya se ha identificado a los invasores que frecuentemente, y ante la vista y paciencia de todo el mundo, instalan puentes clandestinos sobre el canal Chimbote-Nepeña, para de esa manera tener acceso a las tierras del proyecto que mantienen invadidas hace más de veinte años.
Según la información, se trata de puentes no solamente de material precario y de madera sino también de fierro y en algunos casos de cemento; habiéndose llegado a la osadía de instalar un puente retráctil, de fácil tendido y retiro a la vez. Y como ya es pan de cada día, en una reciente inspección realizada en forma inopinada, los funcionarios han vuelto a encontrar lo de siempre: un sinnúmero de diques instalados en medio del canal, así como sifones y motobombas que los invasores utilizan para desviar agua hacia sus parcelas.
Todo esto ya no es ninguna novedad. Desde un primer momento, funcionarios e inspectores del proyecto conocen a la perfección este clandestino modus operandi. Es más, de la misma manera como existe un padrón de ocupantes formales, quienes han comprado la tierra que ocupan y pagan puntualmente el agua que consumen, también saben perfectamente la identidad y la cantidad de personas que han invadido las tierras y sustraen fuera de todo control el agua que consumen. La pregunta que se cae de madura es ¿por qué entonces no denuncian ante las autoridades del ministerio público y el poder judicial a los autores de estos hechos?. ¿Qué es lo que temen? ¿O es cierto que muchos de ellos también son invasores?.
Desde hace ya buen tiempo, los operativos que realizan los funcionarios e inspectores de Chinecas contra los invasores del proyecto, se ha convertido ni más ni menos en un juego del gato y el ratón. Los puentes, los diques, los sifones y las motobombas que hoy se destruyen o decomisan, mañana mismo vuelven a ser colocados en el mismo lugar, como si nada hubiera pasado. A nadie se denuncia. A nadie se sanciona. Nadie se atreve contra los invasores de Chinecas.
Ha finalizado el 2023 y ha empezado el 2024 sin que el gobierno regional de Ancash haya vuelto a decir una sola palabra respecto al tema de los invasores. Diríase que ahora éste es un tema tabú del que nadie desea ocuparse. Se calcula en alrededor de 15 mil la cantidad de hectáreas de propiedad de Chinecas que se encuentran invadidas. En tales condiciones, ningún proyecto de esta naturaleza podría ser declarado factible.
Por otra parte, desde que oficialmente fue instalada hace ya algunos meses, no se ha vuelto a saber absolutamente nada acerca del trabajo que debería estar realizando la comisión encargada de formalizar la situación de los invasores. Eso quiere decir que en torno a este asunto, hay más de un gato encerrado.
Cabe precisar que del trabajo que realice la referida comisión, va a depender en gran parte la factibilidad del estudio de pre inversión que, en convenio con el gobierno regional, debería estar realizando la agencia estatal Pro Inversión; tema del que tampoco se ha vuelto a escuchar absolutamente nada. Realmente es una lástima porque hasta donde se ha podido conocer, con invasores de por medio Chinecas no va.