Estuvieron prófugos siete meses:
Permanecieron casi siete meses ocultos y prófugos de la justicia que los había condenado a 9 años de cárcel, sin embargo, confiando siempre en su inocencia y en la defensa de su abogado finalmente salieron de dicha situación al lograrse que la sentencia sea revocada y los declararan inocentes.
Con este fallo de la Primera Sala Penal de Apelaciones los hermanos Josimar y Erick Antonio Flores y su amigo Mauro Montero Ortiz pudieron dejar la condición de prófugos situación en la que se encontraban desde el pasado 25 de octubre del año pasado cuando la juez Patricia Peralta Gambini los declaró responsables del delito de tenencia ilegal de armas y municiones y los condenó a nueve años de prisión.
Luis Díaz Manrique, abogado de los hermanos, había apelado la sentencia de la jueza al considerar que sus patrocinados siempre habían demostrado su inocencia y que en todo caso se trató de una “sembrada” de armas y balas por parte de los efectivos que intervinieron a sus clientes.
Los hechos están relacionados a la intervención de los tres antes mencionados el mes de febrero del año 2,014 en la zona de Tangay por parte de un grupo de agentes de la SEINCRI al mando del Mayor Aguilar Morante que por entonces buscaban a la banda de delincuentes que habían asaltado a trabajadores de Chinecas robándoles importantes sumas de dinero del proyecto irrigador.
Los amigos fueron intervenidos cuando se retiraban a sus casas en un auto tico después de haberse bañado en un canal al costado de la carretera a Tangay. Fueron llevados a la SEINCRI donde los investigaron como autores de los robos y denunciados por el fiscal ante el Poder Judicial.
El proceso judicial en su contra terminó con la sentencia condenatoria de nueve años, sin embargo, esta resolución fue corregida por la Sala Penal de Apelaciones que encontró inconsistencias y contradicciones flagrantes entre los mismos efectivos responsables de la intervención en cuanto al registro del vehículo, el hallazgo de armas entre otros que generaron serias dudas de la responsabilidad por lo que se les absolvió.
“Se ha hecho justicia, ellos son jóvenes que trabajan como taxistas y para nada se meten en cosas delictivas. Para nosotros fue una ‘sembrada’ con la intención de ocultar a los verdaderos responsables de esos robos” sentenció el abogado.