WhatsApp es la aplicación en la que la desinformación se propaga con mayor facilidad, dado que se trata de un entorno no controlado o difícil de controlar, convirtiéndose en una herramienta más favorable para la manipulación de los usuarios, expresó Antonio Manco Caycho, periodista y especialista en redes e inteligencia artificial (IA).
En entrevista con JNE TV, canal del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), manifestó que frente a esta situación lo ideal es que las instituciones públicas tengan presencia en WhatsApp, a fin de que un usuario que encuentre una desinformación pueda intentar verificarla y compartir a sus grupos la aclaración o precisión. “Hay también una responsabilidad del mismo usuario, que tiene que reportar alguna información que genere dudas”, remarcó.
Indicó que la red social Tik Tok también se ha convertido en una ventana para la desinformación, debido a que se emplean diferentes herramientas de inteligencia artificial que pueden derivar en este fenómeno. Sin embargo, dijo, hay espacios mucho más cerrados en los que el reto va ser mayor para frenar la desinformación.
Manco Caycho señaló que probablemente las organizaciones políticas pueden pretender distorsionar una campaña electoral, utilizando herramientas como la clonación de voz o los deepfakes (clonación de rostros) para favorecer ciertos intereses, situación que se ha evidenciado en la publicidad en redes sociales como Facebook. Agregó que, no obstante, en comparación con WhatsApp, la red social Tik Tok sí cuenta con filtros para detectar si es real o no.
Refirió que en la reciente campaña presidencial en Argentina se generaron, a través de la inteligencia artificial, discursos falsos en los que las voces de diversos candidatos fueron clonadas. “Lo que más se ha avanzado es en la generación de imágenes a través de textos de instrucción que pueden convertir a alguien en un candidato, presidente u otra autoridad; son herramientas legitimas pero mal utilizadas pueden generar esta desinformación”, apuntó.
Asimismo, dijo que los grupos políticos, generalmente cuando están disconformes con los resultados, pretenden inocular el virus de la desinformación, y agregó que estos son momentos claves a los que hay que prestar atención, puesto que se debe tener en claro que una sola fuente es insuficiente. Recomendó confrontar estos tipos de contenidos con grupos de fact checking o fuentes verificables.
“Cuando un usuario encuentra en Tik Tok, Facebook o WhatsApp esta información no clara, es importante buscar en otros espacios como los medios noticiosos. Si sale una noticia tiene que ser revisada en los canales informativos para ver si es real o no. Hay que educar a la población, entiendo que lo hacen diversas entidades como el propio JNE, pero esto deber ser una responsabilidad mayor”, enfatizó.