La Municipalidad Provincial del Santa y la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote han iniciado una acercamiento político que hasta hace solo una semana parecía imposible que se concrete debido a las marcadas diferencias que se observaron entre sus titulares, la alcaldesa provincial Victoria Espinoza y el alcalde Valentín Fernández Bazán.
Sin embargo, esta suerte de reconciliación tuvo su punto de partida en una pública exhortación que hizo el burgomaestre sureño a su contraparte con la finalidad que se encuentre una alternativa viable al grave problema que se observa en la limpieza pública a nivel de toda la provincia para los efectos de plantear una concesión conjunta del servicio de recojo y eliminación de la basura.
El alcalde reconoció que como municipio distrital era sumamente complicado encontrar una empresa que se encuentre dispuesta a suscribir un convenio en una jurisdicción en donde se eliminan diariamente 150 toneladas de basura., señalando que por esa cantidad las empresas no se animan a participar.
Sin embargo, si la Municipalidad Provincial se sumara a la comuna distrital, junto harían una eliminación de unas 400 toneladas de basura aproximadamente, lo que habría viable una concesión del servicio que se atendería ya en otro nivel.
La preocupación del burgomaestre de Nuevo Chimbote se hizo evidente la semana pasada en virtud de las quejas de los vecinos por la acumulación de la basura en los últimos días, deficiencia que tiene que ver con las limitaciones logísticas de la comuna y la carencia de una recaudación suficiente que pueda sustentar el debido mantenimiento de las unidades compactadoras de la Municipalidad.
Si es que no se puede sostener este servicio de manera efectiva, si la Municipalidad de Nuevo Chimbote no cuenta con recursos para el debido mantenimiento de sus unidades de limpieza, mucho más complicado será la adquisición de una nueva flota para este servicio que ya corresponde teniendo en cuenta la antigüedad que tienen sus unidades y que explica las razones por las cuales se encuentran paralizadas.
De allí que su propuesta inicial de concesionar el servicio de limpieza pública, el mismo que ha encontrado extrañamente algunas oposiciones, se encontró con los inconvenientes de atender un servicio que para las empresas especializadas de este rubro resulta pequeño y poco atractivo por los niveles de rendimiento que podrían obtener.
Las empresas explicaron al alcalde que la concesión de un servicio de limpieza estaba en función a la cantidad de basura que se tenga que eliminar y ellas acceden cuando el volumen es mucho mayor, es decir, por encima de las 300 o 400 toneladas, lo que significaba que de manera independiente sería virtualmente imposible que la comuna sureña encuentre un solo operador.
Por ello es que hizo un público llamado a su homóloga de Chimbote, la alcaldesa Victoria Espinoza García, para que madure la idea de unirse las dos municipalidades para licitar o adjudicar por cualquier procedimiento una concesión conjunta de la basura, de tal suerte que sumadas las cantidades de deshechos que eliminan diariamente ambos municipios sí será factible hallar al operador que se necesita.
Cuando todo parecía indicar que este llamado caería en saco roto, sorpresivamente la alcaldesa ha reaccionado con otro talante, ha saludado la iniciativa de su homólogo del sur aun cuando ha reconocido que esta propuesta partió de hace algunos años atrás en la comuna provincial pero que las autoridades de entonces un siquiera se molestaron en revisar en que consistía, por ello asumía con agrado y con toda la voluntad de seguir adelante, el planteamiento del alcalde Valentín Fernández para sumar los esfuerzos de los dos municipios y conseguir un solo servicio por la vía de la concesión.
Por ello es que, con agrado, la comunidad Chimbotana ha recibido la información que los técnicos de ambos municipios ya sostuvieron las primeras reuniones con la finalidad de plantear una concesión conjunta de la limpieza pública habida cuenta que ambos tienen proyectos que estaban avanzados y ahora lo que tiene que hacer es sumar consensos y elaborar uno solo.
Esta es tarea de profesionales que conocen la materia, lo importante es que se haya expresado la voluntad política de las autoridades ediles de llevar adelante este proceso que, a la larga, solo redundará en beneficio de una población que entiende que los municipios ya no están en capacidad de poder sostener financieramente este servicio por su cuenta por diversos motivos que tienen que ver con el económico y presupuestal.
Muchos pensarían que esto solo sería parte de la ficción, pues habría que remontarse a solo dos semanas atrás cuando el alcalde sureño denunció públicamente la pretensión de su homóloga Victoria Espinoza de sustraer un proyecto que ya tiene aprobado Nuevo Chimbote y que podría verse seriamente perjudicado.
El alcalde de refería a la transferencia de la laguna de oxidación de Atahualpa hacia la Laguna de las Gaviotas en Villa María, proyecto que ha encontrado serios inconvenientes en la medida que la Municipalidad, con apoyo de Sedachimbote y el respaldo de una entidad financiera alemana pretende ejecutar una planta de tratamiento de aguas residuales que llevará todos los efluentes de Chimbote hacia la misma laguna de Villa María, por lo que aquella no tendría la suficiente capacidad para recepcionar todas las agua servidas.
Sin embargo, los alterados estados de ánimo de los acaldes parecen no guardar mayores rencores o ánimos de vindictas personales, por el contrario, la vuelta de página ha sido evidente cuando apenas una semana después estaban llegando a un entendimiento para llevar a cabo una concesión conjunta del servicio de limpieza que avizora una interesante alternativa de solución al problema de la basura.
No se puede soslayar que la Municipalidad de Nuevo Chimbote tiene un convenio avanzado para la implementación de un relleno sanitario con intervención de la agencia japonesa JICA, por lo tanto, lo que necesita la población ya no son poses ni falsas apariencias, estamos cansados de “romances políticos” que solo se concretan para la foto, urgen resultados, más aun cuando hablamos de la limpieza pública.