DEFRAUDADO
Nos imaginamos que a primera hora de la mañana de hoy lunes el Gobernador Regional Luis Gamarra Alor encontrará en su escritorio la carta de renuncia del gerente de la Sub Región Conchucos Bajo, Yuri André Espinoza Vargas, quien el fin de semana fue intervenido en un operativo de alcoholemia cuando conducía un vehículo bajo los efectos del alcohol. La intervención se realizó en nuestra ciudad, donde reside el funcionario, y estuvo a cargo de personal de la Comisaria de Alto Perú que dispuso la toma del dosaje etílico correspondiente luego que la prueba de campo resultó positiva. Al margen del valor cuantitativo de esa prueba, el funcionario ha incurrido en una grave falta, no nos referimos a la posibilidad que haya cometido una falta o un delito de tipo penal, de eso se encargará la Fiscalía que ha tomado conocimiento de los hechos que le ha comunicado la Policía, sino que nos referimos a la cuestión ética y funcional. Un funcionario público no solo debe serlo sino parecerlo, es un profesional que tiene que saber guardar las formas y predicar con el ejemplo en lo que se refiere a su desempeño personal. De allí que haber sido intervenido conduciendo un vehículo que ni siquiera es suyo bajo los efectos del alcohol es una grave falta que defrauda la confianza que el Gobernador le otorgó., más aun cuando se la jugó por aquel ya que lo designó a pesar que arrastra un anticucho al haber aceptado un año antes un cargo público cuando no estaba calificado para hacerlo. Es lamentable que un profesional que recibe la confianza de una alta autoridad lo deje muy mal parado con actitudes grotescas y reprochables como estas que seguramente tendrá su correlato en el ámbito penal. Nos quedamos con el desempeñó y la entereza moral de unÂÂ hombre como Luis Fernando Cueto Chavarría, abogado y poeta que cuando se desempeñaba como Decano del Colegio de Abogados fue intervenido igualmente conduciendo su vehículo bajo los efectos del alcohol, hecho que fue constatado por la Policía en un operativo similar, y, sin que nadie le diga absolutamente nada, lo que hizo fue presentar su renuncia al cargo al día siguiente pues consideraba que no solo había cometido un grave error sino que había traicionado a su gremio y le generaba una mala imagen mientras siga ocupando ese cargo representativo. Confiamos que Yuri Espinoza Vargas no espere que lo renuncien.
COMPONENDAS
Se supone que la nueva ley universitaria ha sido promulgada para eliminar los viejos vicios que habían llevado a las Universidades a un manejo casi gamonal, con la presencia de autoridades que se hacían reelegir, que direccionaban las elecciones internas de acuerdo a sus intereses y que se entronizaban en los cargos para convertir la otrora Asamblea Nacional de Rectores en su feudo. Sin embargo, si bien es cierto se descabezó la argolla que manejaba el sistema universitario en el país y se permitió que muchos rectores que estaban acuñados en el cargo dejen que otros docentes asuman esas responsabilidades y lleven otros aires a la universidad, lo cierto es que aún subsisten los manejos interesados al interior de las Universidades y los procesos eleccionarios tienen los mismos moldes que los de antaño, es decir, que se eligen a comités electorales que direccionan el procedimiento, que eliminan a listas incómodas y que son capaces de encumbrar a quienes no necesariamente tienen la capacidad como para ejercer un cargo. En las últimas elecciones internas de la Universidad del Santa, para elegir a los representantes del Consejo Universitarito y los Decanos de las Facultad, las denuncias no se han dejado de escuchar, nuevamente las mismas prácticas y modalidades. Tal parece que el sistema sigue siendo el mismo, lo único que se ha conseguido es cambiar a las cabezas.
DESALOJO
Decenas de pacientes que dependen de una diálisis protestaron en el hospital Regional por el desalojo del Centro de atención que existía en el mencionado nosocomio y que atendía a muchos pacientes que requieren este tratamiento por sus males renales. Sin embargo, lo que no entendían es que este centro de atención debería tener su propio local y no beneficiarse de la infraestructura hospitalaria que se la cedieron solo porque un ex director llegó a un acuerdo ilegal con ellos. Ahora lo único que se ha hecho es corregir un error, el servicio se tiene que prestar de todas maneras pero que los beneficiarios de ese contrato la hagan con la suya y no con la del hospital que encima tiene que pagarles. Que tal roncha.