Por 18 meses:
El Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia del Santa ha dictado 18 meses de prisión preventiva para siete ciudadanos venezolanos, sindicados de secuestrar niños para obligar a sus madres a prostituirse.
Carlos Luis Arrieta Tovar (23), Julio César Hurtado Gálviz (25), Luis Martín Aponte Trejos (30), Jenri Manuel Romero Mora (23), Luis Daniel Medina Rodríguez (30), Maikol Daniel Sánchez Herrera (28), y Duckari Briggitte Pérez Serrada (24) permanecerán en el Penal de Cambio Puente hasta el 7 de agosto del 2025.
Estos individuos son sindicados de participar en el secuestro de seis menores de edad y señalados como miembros de la organización criminal conocida como Los Gallegos del Tren de Aragua.
Los graves y fundados elementos de convicción contra los detenidos incluyen trata de personas con fines de explotación sexual, agrupación ilícita, secuestro agravado y tenencia ilegal de armas de fuego.
El incidente fue denunciado el 7 de febrero por tres mujeres venezolanas ante la comisaría de Buenos Aires, informando el secuestro de sus hijos por un grupo de delincuentes que intentaban forzarlas a prostituirse.
Tras una investigación y seguimiento de los presuntos secuestradores, la policía ubicó a los menores en una vivienda en Trujillo, específicamente en el distrito de Florencia de Mora, donde fueron rescatados y sus captores detenidos.
Durante el operativo, se encontró una pistola calibre 380 mm. abastecida con 15 proyectiles y se incautaron los teléfonos celulares de los detenidos.
Tras tres días de audiencia, el magistrado Javier Carrión Basauri determinó fundado el pedido de prisión preventiva, considerando necesario el plazo solicitado por el fiscal para llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre los múltiples delitos imputados a los ocho extranjeros.
Rosmary María Yepez Arangu (21) enfrentará el proceso en libertad, sujeta a reglas de conducta.
Dado el grave delito de secuestro de menores de edad, en caso de ser hallados culpables, los acusados podrían enfrentar una sentencia de cadena perpetua.