Por: Oscar Wong (*)
Los años 1958 y 1960 fueron históricos para nuestra ciudad y todo el Perú; se inauguraba la producción industrial de la primera planta siderúrgica del país y se iniciaba el boom pesquero peruano, respectivamente. Chimbote, aparecía en los registros económicos del país como una localidad industrial muy importante. De esta manera, nuestra ciudad estaba acostumbrada a ubicarse en la palestra económica del país.
En el año 1949, se iniciaron estudios e infraestructura de irrigación para la zona costa de la región Ancash. En 1984, se creó el Proyecto Especial Río Santa que conglomeraba a su vez dos proyectos hidroenergéticos: (1) Chavimochic, con lo que se identifica a Chao, Virú, Moche y Chicama; y (2) Chinecas, con lo que se identifica a Chimbote-Santa, Nepeña, Casma-Sechín. Ambos proyectos debieron ver la luz y crecer en paralelo, serían los nuevos grandes proyectos económicos del país.
Chavimochic, creado para beneficiar un área total de 144,385 hectáreas. Desde el año 1986 a la actualidad, ha ejecutado ya su I y II etapa con una inversión pública de US$ 960 millones; generando en el 2023, más de US$ 1,340 millones en producción agroindustrial y más de 77,000 puestos de trabajo; actualmente viene ejecutando su tercera y última etapa, con una inversión de US$ 420 millones, lo que incrementaría a 150,000 la mano de obra contratada al lograr culminar su III etapa. Chinecas, fue creado para beneficiar un área de 136,768 hectáreas; sin embargo, desde 1985, sólo ha ejecutado parte de su I etapa, irrigando a poco menos de 30,000 hectáreas; las mismas que generan alrededor de US$ 50 millones de producción agroindustrial; una pérdida de grandes oportunidades.
Han pasado cuarenta años desde la creación de Chinecas y no ha logrado crecer en la misma dimensión. Indistintamente de cuáles hayan sido los pormenores para tal retraso, lo importante es resaltar el gran potencial que tiene este proyecto para la ciudad de Chimbote, Ancash y el Perú; para ello, basta simplemente observar en lo que se ha convertido Chavimochic en la última década. Los especialistas dicen que Chinecas será el nuevo Chavimochic del Perú. Pero con identidad propia, dejo eso en claro.
Este 2024-2025, nuestra ciudad podría volver a marcar algún hito histórico. Podría ser el fin de 40 años de postergación de nuestro anhelado desarrollo agroindustrial; pues, como se sabe, actualmente, a nivel multisectorial junto con el Gobierno Regional de Ancash, se viene gestionando la reactivación de Chinecas con una inversión de US$ 700 millones y que pretende adicionar la irrigación de 50,000 hectáreas nuevas a las ya existentes; generando 150,000 empleos formales directos.
Sin embargo, para lograr el éxito del proyecto, se deben superar todas las barreras burocráticas y riesgos latentes, tales como la informalidad y el tráfico de tierras; pese a que los terrenos de Chinecas son intangibles, un 6% de estos u 8,000 hectáreas aproximadamente están invadidas actualmente; algunos sostienen inclusive que en realidad son más de 15,000 las hectáreas afectadas. Esta situación jurídica, podría ahuyentar la inversión privada o cualquier intención de subasta, por lo que se debería trabajar desde ya en las mejores alternativas de solución para estas problemáticas.
Como lo hemos sostenido reiteradas veces, nuestra ciudad necesita nuevos horizontes empresariales, nuevos desafíos y desarrollos industriales y tecnológicos. Chinecas, abre esa puerta, esa esperanza, de seguir viendo a Chimbote liderar la industria nacional como lo hizo en antaño; para el bien de nuestras familias y generaciones. Cercanos a la Semana Santa, sólo puedo exclamar: Dios bendiga a nuestra ciudad.
(*) Abogado, MBA Centrum PUCP, Mtr. en Liderazgo EADA España. Mtr. en Biblia y Teología DTS EEUU (en curso)
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