En el bullicioso trasiego del Terminal Terrestre Chimbote, hay una presencia constante que no pasa desapercibida: la señora Julia Rodríguez. A sus años, se ha convertido en una figura emblemática, conocida por su devoción hacia los animales y por su exquisita habilidad para hacer empanadas.
Desde hace años, la señora Julia ha sido la fiel protectora de “CHATO”, un pequeño perrito que ha encontrado refugio dentro del terminal. No solo le brinda alimento y cuidados, sino que lo lleva regularmente al Spa Canino para que reciba un adecuado corte y baño. En los meses más fríos, lo abriga con un polar para protegerlo del clima adverso.
Pero su amor por los animales va más allá de “CHATO”. Durante más de una década, la señora Julia ha sido una presencia constante en el terminal, vendiendo sus deliciosas empanadas de pollo y de manzana. Su puesto, cercano a la empresa de transportes América Express, es un punto de encuentro para aquellos que buscan un bocado reconfortante y casero.
A pesar de los desafíos que enfrenta en su día a día, la señora Julia continúa con su labor con una sonrisa en el rostro y un amor inquebrantable por los animales. Su mensaje es claro: al colaborar con ella y comprar sus empanadas, se está contribuyendo a su misión de cuidar a “CHATO” y a otros animales necesitados.
En un mundo donde la bondad y la solidaridad a menudo pasan desapercibidas, la historia de la señora Julia Rodríguez es un recordatorio de que el amor y la compasión pueden marcar la diferencia, incluso en los lugares más inesperados como un terminal de autobuses.