Opinión

Sin adelanto de elecciones a la vista

Por: Fernando Zambrano Ortiz

Analista Político

Hoy en día para nadie es un secreto que el objetivo de la izquierda caviar, en complicidad con la prensa concentrada, es el adelanto de elecciones con Salas Arenas en el Jurado Nacional de Elecciones.

Para ellos la vacancia no es un fin, sino el medio para lograr el adelanto de elecciones, pues la renuncia de la presidente Dina Boluarte es una opción respecto de la cual no tienen el control.

El resultado de la votación de la confianza al Gabinete Adrianzen nos muestra que la izquierda y los caviares que promueven la vacancia presidencial (adelanto de elecciones), estarían perdiendo fuerza. De 41 votos proyectados, sólo lograron 36.

Esto dificulta aún más que puedan conseguir los 52 votos necesarios para admitir a debate la moción de vacancia. Son conscientes que es casi imposible que puedan conseguir los 87 votos para aprobar la vacancia de Dina Boluarte.

Ante esta situación, su objetivo inmediato sería conseguir pasar la primera valla, que es aprobar la admisión a debate de la moción de vacancia. Es decir, lograr que sus 36 votos se conviertan en 52 votos (esa magia solo la hace Salas Arenas).

Con ello lograrían llevar a DinaBoluarte a enfrentarlos en el Pleno del Congreso de la República, donde la presidente tendría ir a ejercer su derecho de defensa.

Es claro que este análisis no tiene nada que ver con los presuntos ilícitos que se le atribuyen a la presidente Dina Boluarte. Las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía de la Nación tendrán que seguir su curso y, si se prueban los hechos ilícitos que se le atribuyen, recién al término del mandato presidencial (2026) la fiscalía podrá formular denuncia constitucional ante el Congreso de la República.

Es decir, todo terminará en manos del próximo Congreso de la República Bicameral, que tendrá que evaluar una posible denuncia constitucional. Todos los caminos conducen a Roma señores de izquierda. En ello radica la importancia para Dina Boluarte de contar con partido y algunas curules en el próximo Congreso de la República.

Y, valgan verdades, los congresistas tampoco estarían dispuestos a dejar sus curules antes del 2026. Claro, a menos que antes del 2026 se evidencie un escándalo presidencial extremadamente grave, que genere un altísimo costo político para los congresistas y sus respectivas organizaciones políticas.

En este punto, debo precisar que el objetivo de la izquierda tradicional no sería el mismo de la izquierda caviar, sectores antagónicos que insólitamente aparecen como aliados en la votación del voto de confianza al Gabinete Adrianzen.

Al parecer la izquierda tradicional votaría a favor de una eventual vacancia solo para congraciarse con su electorado y siendo consciente que ésta no se aprobaría (no perderían sus curules); mientras que la izquierda caviar sí tiene el objetivo claro de ir hacia el adelanto de elecciones (solo logró tres curules el 2021).

Al final, por cualquiera de los caminos que elijan, veo improbable en lo inmediato el adelanto de elecciones vía renuncia, vacancia o sentencia condenatoria del Poder Judicial.

Hay mucho trecho por recorrer y la presión mediática que se está ejerciendo no haría viable en lo inmediato un adelanto de elecciones por cualquiera de esas vías.