Editorial

Publi-dengue

Protagonismo indebido:

El pasado jueves un joven de 28 años de edad falleció  en el hospital regional “Eleazar Guzmán Barón” victima de la epidemia del dengue. Tres días antes, después de haber recibido atención en su propio domicilio, tuvo que ser internado debido a complicaciones que finalmente causaron su muerte ante la desesperación de sus familiares.

Lo sucedido con este joven  ha permitido  poner en claro cifras que las autoridades de salud ya deberían tener muy en cuenta. Con él ya son 2 las personas  que mueren de este mal en el distrito de Nuevo Chimbote, 17 en la jurisdicción de la Red de Salud Pacífico Sur y 20 a nivel de la región Ancash. Cifras que llaman a tomar las cosas en su real dimensión.

Ello no obstante, y más bien asumiendo la situación desde un ángulo opuesto por el vértice, un día después del fallecimiento del joven las autoridades de la Dirección Regional de Salud, optaron por iniciar la campaña de fumigación contra este mal en el marco de una ceremonia aderezada con todos los ingredientes de protagonismo político y con un claro apetito de  ganar titulares en la prensa, hecho que desde luego  no ha caído bien en la opinión púbica.

Días antes del inicio de la campaña de fumigación, el aparato publicitario de la Dirección Regional de Salud inundó las redes sociales con una sutil campaña de publicidad; tanto así que, sin tener en cuenta que nos encontramos ante una situación de emergencia, y en vez de llamar las cosas por su nombre correcto,  bautizaron a la campaña con el libertino nombre de “fumigatón”.  Un verdadero show.

Y para que no quede duda de la búsqueda de dádivas políticas en nombre del dengue, los organizadores de la ceremonia hicieron caer en la tentación del show no solamente a la vice gobernadora regional, que la que hace mucho tiempo no se tenían noticias, sino también a los alcaldes distritales de Santa y Nuevo Chimbote, incluyendo por supuesto al titular de la Dirección Regional de Salud y toda la comparsa de funcionarios que gustan lucirse en esta clase espectáculos.

El “fumigatón” ha tenido lugar en un momento en que la población ancashina se encuentra bastante sensibilizada, no solo por el brote epidémico del dengue sino también por la incidencia  de otros factores tan dañinos como la propia epidemia. Una vez más el gobierno regional  de Ancash ha ocupado el último lugar en el ranking  de ejecución  presupuestal. Asimismo, más allá de ruidosos anuncios  que hasta hoy solo han servido para la foto, no existe nada concreto respecto a la construcción del nuevo hospital La Caleta, solo por citar un ejemplo de salud regional.

Burocráticamente hablando, la fumigación contra el dengue es una actividad que está en agenda desde hace un año. El presupuesto  para la compra de insumos, la contratación de fumigadores y el pago de movilidad también está incluido. Lo menos que tenían que hacer las autoridades y los funcionarios encargados de proteger la salud de la población, era ejecutar la campaña por ser parte de su trabajo ya que para eso reciben un sueldo del estado. Por tanto, no había necesidad de hacer tanto ruido ni acudir al autobombo.

Lo extraordinario hubiera sido que la DIRESA  y las municipalidades desarrollen a tiempo un trabajo de prevención. Sin duda, eso habría evitado la presencia y el azote del dengue. Pero en vista que este mal ahora convive con nosotros, nada bien caen en la opinión pública la convocatoria de una actividad como el publi-dengue.