EXTRAVIADO
Acusamos recibo de la carta que lleva la firma del Coronel Jorge Luis García Esquerre, quien dice ser Jefe de la División de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia de la Policía Nacional, en alusión a la columna editorial publicada en nuestra edición de anteayer lunes 03 de este mes. En la misiva, además de los lugares comunes que ella contiene, termina exigiendo una rectificación de nuestro comentario que califica como “negativo, lesivo y difamatorio contra la Policía Nacional”. Vayamos por partes. No sabemos quién puede haberle escrito la carta al citado coronel pero estamos seguros que no lo hizo un abogado pues de ser así la Policía tendrá que asesorarse mejor. Primero porque el coronel García Esquerre no puede exigir la rectificación de un comentario editorial, le sugerimos que lea la ley 26847, ley que regula el derecho a la rectificación y se ilustrará que solo son materia de rectificación las informaciones “y en ningún caso puede comprender juicios de valor u opiniones” (art. 6º). Segundo, el mencionado comentario no agravia en una sola línea a la Policía Nacional, calificar algún accionar policial como ineficiente o equivocado no es vulnerar el prestigio o la buena reputación de la institución, parece que los abogados siguen fallando en la Policía de Investigación Criminal. Una crítica o el cuestionamiento a un integrante de una entidad pública no genera un agravio sino la obligación del aludido a dar las justificaciones y explicaciones necesarias. Eso lo sabe hasta un estudiante del primer año de derecho. Si esto fuera así la alcaldesa provincial tendría que haber querellado a todos los medios de comunicación y eso sería totalmente absurdo.
EXTRAVIADO II
Aparentemente el Coronel García Esquerre no conoce la ley pues de lo contrario debería haber reparado que un comentario de opinión se edifica sobre la base de informaciones, de hechos publicados que no han sido rectificados o cuestionados por alguna persona. En otras palabras, si el aludido oficial tiene reparos en relación a los hechos que se han publicado sobre el caso del espeluznante crimen de Anabel Segura López, específicamente en relación de la situación del adolescente que la asesinó, lo que debió hacer es cuestionar las informaciones. Y es que en el caso de la tramitación de la intervención del menor homicida la información que considera errada, inexacta o equivocada es la que proporcionó el Fiscal de Familia Lorenzo Javier Melgarejo, lo hizo a través de un escrito difundido en la red social y dirigido a nuestro medio que lo publicó en nuestra edición del día sábado 1ª de este mes, pagina tres bajo el titular “Se repite la historia: nada ha cambiado”. En este artículo el Fiscal precisa “La Policía ….logró identificar al autor el mismo día domingo 25 de junio, incluso, ese mismo día, a mediodía más o menos, fueron a su casa. Se trataba de un menor de edad y estos casos la ley establece que se debe comunicar a la fiscalía de familia y la Policía lo sabe muy bien, sin embargo, por motivos desconocidos no lo hicieron…” y termina cuestionando el proceder de la DEPINCRI a cuyo Comandante le explicó como debieron actuar e incluso lamenta que le remitan un oficio para pretender que pida una detención preliminar cuando se encontraba en la sede policial.. ¿Por qué el jefe de la DIVICAJ no rectifica al Fiscal Lorenzo Javier Melgarejo? ¿Por qué apela al argumento más fácil de cuestionar a la prensa cuando ha sido el representante del Ministerio Público el que lo puso en su lugar?
EXTRAVIADO III
La propia Fiscalía ha decidido iniciar dos investigaciones contra el fiscal Lorenzo Javier Melgarejo, una por la denuncia de los padres de la occisa y la otra a pedido de la Presidenta de la Junta de Fiscales que recogió de oficio los cuestionamientos. Será la Fiscalía de control Interno la que determine entonces el accionar del Fiscal Lorenzo Javier y los procedimientos utilizados por la Policía. Esperemos para saber cómo ha actuado la Policía y como lo ha hecho el Fiscal, por lo menos nuestro medio de comunicación recogió la versión del magistrado, que nos parece se arregla a la ley, e hizo el comentario respectivo. Con ello no hemos agraviado en absoluto a la Policía Nacional, es lo último que haríamos en este medio de comunicación en el que a lo largo de nuestra existencia nos hemos preocupado por ella, hemos denunciado los casos de corrupción, de abusos, hemos destacado sus buenas intervenciones y los golpes a la delincuencia por igual. La verdad es que nadie entiende que es lo que pretende un alto oficial que ve fantasmas donde no los hay.