Cuando se conocieron las primeras informaciones llegadas del extranjero, especialmente de Estados Unidos y Brasil, con ocasión de las delaciones que hacían los altos funcionarios detenidos de la empresa Odebrecht, por las coimas que pagó para adjudicarse obras millonarias que fueron sobrevalorizadas, nadie dudó en Áncash que uno de los puntos en donde metieron las uñas fue en nuestra región.
Y es que el gigante brasileño observó mucha actividad en nuestra región en la época de la denominada red de corrupción, es decir, en la gestión del ex presidente regional César Álvarez Aguilar, siendo uno de esos proyectos la millonaria carretera Chacas – San Luis, cuyo costo superó los 500 millones de soles.
No había que ser un agorero para adivinar los manejos turbios que se dieron en la conocida época de los “comandos”, pues bastaba echar una mirada al costo del proyecto para que se entienda que el diezmo era un millonario pago de coimas que debieron repartirse entre los que manejaron los hilos de la región.
Pero si esa era para los ancashinos una verdad de Perogrullo, existía la necesidad de probar los vínculos entre los corruptos empresarios brasileños, encabezados por Marcelo Odebrecht, con los funcionarios de la gestión de Álvarez, y, para ello ya hace unos dos o tres años atrás la ex procuradora y hoy congresista Yeni Vilcatoma dio a conocer los documentos que en Chimbote había revelado la prensa en relación a los pagos que había recibido Dirsse Valverde, otrora asesor de cabecera de César Álvarez, quien extrañamente aparecía en las planillas de una de los brazos operadores del gigantesco consorcio brasileño.
¿Cómo era posible que un ex funcionario regional de Ancash aparezca en las planillas de estas empresas que se beneficiaron con la adjudicación de obras millonarias? La única respuesta que se encontraba era que se trataba de pago de favores, empero, hasta entonces no se podía colegir el pago de un millonario diezmo.
Ahora se sabe que aquellos pagos fueron solo una parte del millonario diezmo pues la Fiscalía ha obtenido reveladores documentos que confirman que la empresa Odebrecht pagó nada menos que dos millones 600 mil dólares a César Álvarez Aguilar para que se le adjudique la obra de la carretera Chacas San Luis.
El testimonio de dos colaboradores ha tomado forma, se trata de declaraciones obtenidas bajo un régimen de colaboración judicial que dio lugar, hace ya tres años atrás, a que la Fiscalía comience a investigar estos hechos, inclusive, en ese interín se produjo las escandalosas presiones del Ministro de Justicia a la ex procuradora Yeni Vilcatoma y se conoció aquel nauseabundo diálogo en el que Daniel Figallo afirmaba que Odebrecht ponía y sacaba a Presidentes, ni más ni menos.
Pero así como va tomando forma la investigación de la Fiscalía, para los ancashinos va tomando forma una serie de hechos que se registraron el año 2010 y que sembró de sangre y muerte la política ancashina, que terminó con el entonces vice presidente regional Luis Sánchez Milla asesinado durante un viaje de retorno a Chimbote y el ex consejero regional Ezequiel Nolasco Campos atacado en su domicilio por sicarios que no solo lo dejaron malherido sino que asesinaron a su hijo político Roberto Torres Blas.
Y es que estas historias están concatenadas, como lo dijimos en su debida oportunidad, una cosa tenía que ver con la otra, porque la carretera Chacas – San Luis estaba incluida en un paquete que César Álvarez había dejado aprobado pero debió dejar la presidencia porque necesitaba postular a la relección y por ello dejó en el sillón a José Luis Sánchez Milla.
Lo que jamás imaginó Álvarez es que Sánchez Milla decidiera tomar medidas acuerdo a su criterio y no permitió que le imponga absolutamente nada, por ello es que aceptó que la oposición deje sin efecto el paquete millonario de obras y con ello el millonario diezmo se le iba virtualmente de las manos.
Tuvieron que asesinar a Sánchez Milla y dejar a balazos fuera de escena a Ezequiel Nolasco para imponer en base a la violencia y el amedrentamiento el paquete de obras que había sido descartado, de esa manera el ex presidente regional tuvo camino libre para emprender la carretera Chacas San Luis y cobrar el millonario diezmo.
Para ello ya Álvarez había defenestrado a Dirsse Valverde del cargo que ostentaba en la Región y muchos pensaron que se había peleado y alejado de su otrora compinche, sin embargo, en realidad, había sido destacado a la ciudad de Lima para que se encargue de gestionar no solo el pago del millonario diezmo sino para manejar las adjudicaciones de muchas otras obras que pasaron por ese mismo badén de la corrupción.
Las fechas coinciden, cuando Dirsse Valverde dejó Huaraz ya estaba cobrando a nivel de consultorías en el proyecto IIRSA Sur, inclusive, cuando le dijeron que ya no podían utilizar este mecanismo se contactó con un ex proveedor que manejaba una cuenta Off Shore en Japón y por su intermedio, a través de pago de comisiones, consiguió que Odebrecht depositara los dos millones seiscientos mil dólares de coima en esa cuenta, en cuatro depósitos de 600 mil dólares cada uno.
La Fiscalía ya cuenta con los documentos, ha conseguido que la propia empresa Brasileña colabore con la investigación y ha cerrado una pesquisa exitosa que debe llevar muchos años a la cárcel a los que se enriquecieron a costa del erario ancashino.
Inclusive, hay quienes deslizan la posibilidad que al ver que ya están virtualmente perdidos, Dirsse Valverde se haya acogido a los beneficios de la colaboración eficaz y esté dispuesto a corroborar todos estos hechos y otros más con documentación que deben obrar en su poder, esto explicaría que su detención no haya sido materia de difusión y que sus desplazamientos cuenten con la protección fiscal.
Sea como fuera, ya no cabe duda alguna que la Fiscalía la conseguido ubicar la ruta de la coima en el vínculo de Odebrechet y la gestión de César Álvarez, vamos a ver si los abogados siguen sosteniendo que la corrupción en su gestión es una leyenda urbana y que el famoso bunker político de la centralita fue una invención de la prensa. La verdad es que a estas alturas ya las pruebas saltan a la vista.