Por: Fernando Zambrano Ortiz
Analista Político
El Tribunal Constitucional, en una resolución contundente, ha reafirmado el principio de separación de poderes consagrado en la Constitución Política del Perú. En un claro respeto al orden constitucional, el máximo intérprete de la Carta Magna ha determinado que la inhabilitación de Inés Tello y Aldo Vásquez, dictada por el Congreso de la República, no puede ser suspendida por el Poder Judicial.
Los fundamentos de la resolución del Tribunal Constitucional son sólidos. Señala que permitir que miembros inhabilitados por el Congreso ejerzan funciones en la Junta Nacional de Justicia supondría un grave atentado al principio de separación de poderes y un cuestionamiento a la correcta administración de justicia por parte del Estado.
Asimismo, el Tribunal advierte que una resolución judicial que permita que un miembro de la Junta Nacional de Justicia, inhabilitado por el Congreso, ejerza funciones provisionalmente, tendría un impacto negativo en los principios de separación de poderes y la correcta administración de justicia. Esto, debido a que dichos miembros inhabilitados podrían nombrar, ratificar y destituir a jueces y fiscales de todos los niveles, lo que deslegitimaría todos esos actos.
En este contexto, el Tribunal Constitucional también advierte sobre la gravedad de la actuación del magistrado Oswaldo Ordoñez Alcántara, quien se encuentra a la expectativa del resultado del Proceso de ratificación llevado ante los mismos miembros inhabilitados de la Junta Nacional de Justicia.
Ante esta resolución, se han escuchado voces discordantes, algunas de ellas provenientes de periodistas que realizan activismo político y abogados que emiten opiniones políticas disfrazadas de análisis legal. Estas opiniones, alejadas del ordenamiento constitucional y legal, hacen uso del maniqueísmo político para confundir a su audiencia.
Los “rojos” de la izquierda tradicional son transparentes en sus propuestas, a diferencia de los “progresistas-caviares” de centro-izquierda, que buscan engatusar a la ciudadanía, disfrazándose camaleónicamente con distintos colores, entre el morado y el amarillo. Se trata de “lobos disfrazados de ovejas” que no están dispuestos a respetar el orden constitucional.
En conclusión, el Tribunal Constitucional ha emitido una resolución que defiende la separación de poderes y la correcta administración de justicia en el país; y en tal sentido debe ser acatada y respetada por todos.