Política

ACTUALIDAD Y POLITICA … ACTUALIDAD Y POLITICA …

DECEPCION

El gerente del proyecto especial Chinecas, Gastón Barúa Lecaros, quien llegó a nuestro puerto rodeado de los mejores conceptos por su experiencia en gestión pública y proyectos de desarrollo, se fue a fines del año antepasado denunciando las presiones políticas de quienes manejaban el gobierno regional por entonces y con cuyas acciones no compartía porque él era un técnico. En ese entonces todos aplaudimos su decisión aun cuando lamentamos que tenga que irse de Chimbote por el aporte que podría brindar a un proyecto como Chinecas que necesitaba, precisamente, de gente con conocimientos para poder salir de su postración. Sin embargo, regresó este año de la mano del Gobernador Luis Gamarra Alor y todos coincidimos que era una plausible reivindicación a un hombre que fue maltratado por los politiqueros de entonces, nos referimos al encarcelado Waldo Ríos Salcedo, que fue quien lo trajo y no lo dejó trabajar. Empero, ahora se ve envuelto nuevamente en enfrentamientos con el Gobierno regional, el gerente regional Nicolás Molina lo ha descalificado el pasado fin de semana y cuando la prensa lo ubicó en los alrededores de la Plaza de Armas y trató, sin éxito, de sacarle alguna declaración, se marchó señalando apenas refranes relacionados con las declaraciones de Molina. Sin embargo, hay algunos colegas que le siguieron la huella, lo vieron que dio la vuelta toda la Plaza de Armas y siguió por la tercera cuadra de Leoncio Prado, al costado de la ex -314 en donde se detuvo un auto tico y se subió de inmediato. Los colegas que vieron sus extraños movimientos identificaron dentro del vehículo a Juan Vega Bolo, ni más ni menos que un operador político de la época de Waldo Ríos y enemigo acérrimo del gobernador (e) Luis Gamarra Alor. Ahora se entiende cómo es que Barúa se niega a viajar a Lima para tomar parte en las reuniones que el gobernador había pactado con el Presidente del Consejo de Ministros y con la Ministra de Justicia para tratar el tema Chinecas y aparece en la vecina provincia de casma en donde, lejos de defender el proyecto e invocar a los casmeños a que desistan de la idea de separarse, lo que hizo fue criticar y lanzar lodo a la gestión regional. Lo que llama la atención es que Barúa, un técnico calificado, camine con un personaje que forma parte del entorno que lo maltrató y lo manoseó como una zapatilla. Parece que el gerente de Chinecas no se respeta asimismo y ahora camina de la mano de aquellos a los que hace casi dos años atrás calificó como politiqueros y enemigos del progreso. No cabe duda que este es otro caso en el que tenemos que decir “dime con quién andas y te diré quien eres”.

TEMBLEQUE

Tal parece que las placas de nazca, en el subsuelo de nuestro territorio nacional, se movieron la madrugada de ayer para acomodarse y eliminar energía concentrada, de tal suerte que se mitigue la posibilidad de un terremoto. Por lo menos esta es una especulación luego de los dos fuertes movimientos telúricos registrados la madrugada de ayer lunes en dos puntos del litoral y solo con una diferencia de diez minutos. El primero se percibió con mucho ruido y movimiento en nuestra ciudad y sacó de la cama a miles de chimbotanos. Fue al promediar la 1.00 de la madrugada y según el instituto Geofísico del Perú su intensidad ha sido de 4.1 grados en la escala de Richter, cuyo epicentro se ubicó en el mar frente a Huarmey. El segundo sismo se registró a la 1.07 de la madrugada en la localidad de Ica, con una intensidad de 4.3 grados cuyo epicentro fue a 55 kilómetros de la localidad de Pisco. Es bueno que la tierra tiemble aun cuando muchos se peguen un gran susto, para quienes hemos vivido la infausta experiencia del terremoto del 31 de mayo de 1970 estos temblores ni nos parecen nada, pero de todas maneras hay que tomar las debidas precauciones.

AGUA

La Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote ha decidido distribuir agua en estos días de restricción del servicio. Lo que extraña es que inicialmente Sedachimbote había informado que se acordó realizar este corte solo tres días para evitar los contratiempos en el suministro a la población, pero resulta que ahora nos dice que serán cinco días, es decir de lunes a viernes. En realidad todos sabemos que estas restricciones son de una semana pues cuando se reabren las compuertas el personal de Seda no trabaja, (sábado ni domingo) entonces no hay quien reponga el servicio sino hasta el lunes siguiente. Por ello es que el usuario sabe que cuando le dicen cinco días en realidad son siete.