Editorial

Editorial: ::: UNA CONDENA ANUNCIADA :::

Después de varios meses, la Primera Sala Pernal de la Corte Superior del Santa ratificó la condena de cinco años de pena efectiva que el año pasado se le impuso al ex decano del Colegio de Ingenieros de Chimbote, Hugo Rojas Rubio, quien ha sido hallado responsable del delito de Cohecho Pasivo en agravio del Estado y la Universidad Nacional del Santa.

La decisión de la Sala ratifica la condena contra Rojas Rubio pero la revoca en el extremo que también había condenado a un año y cuatro meses de prisión efectiva al ex Vice rector de la Universidad del Santa, Víctor Castro Zavaleta, en cuyo caso ha declarado procedente una excepción de prescripción, por lo que ha archivado el proceso en este extremo, lo que significa que dicho docente universitario no ha sido absuelto ni exento de la responsabilidad que en su oportunidad le achacó el Ministerio Público, solo que ya no se le puede juzgar por efectos de transcurso del tiempo.

De esta manera concluye uno de los casos emblemáticos que se seguían en Chimbote y que había concitado la atención de la opinión pública, no solo por la notoriedad del investigado, en este caso un profesional de conocida relevancia pública, sino por las pruebas que respaldaban los graves cargos que se incriminaron.

Como se recuerda, este caso se denunció a través de los medios de comunicación, cuando apareció un audio que ponía de manifiesto que el ex Decano del Colegio de Ingeniero Hugo Rojas aparecía transando la adjudicación de una obra que se aprestaba a ejecutar la Universidad del Santa con los millonarios recursos del canon que había recibido.

En ese entonces Hugo Rojas se desempeñaba como Presidente del comité de adjudicación de la casa universitaria y se reunió con el empresario Robin Zeñas Pérez a solicitud del vice rector de la Universidad del Santa Víctor Castro Zavaleta con la finalidad de tratar el tema relacionado con la obra que estaba ejecutando la Universidad.

El solo hecho que un funcionario de un comité de adjudicaciones se reúna fuera del recinto universitario con un empresario ya constituye un hecho reprochable para la ley penal y que involucra a todos los que lo promovieron, empero, hasta ese momento nada se conocía de los entretelones de esta “conversa” en el interior de un restaurante en el distrito de Nuevo Chimbote.

El escándalo se desataría luego, pues el investigado Hugo Rojas aceptó el pago de 50 mil soles para adjudicar la buena pro a la empresa de Robin Zeñas quien le adelantó 20 mil soles, empero, por alguna razón ese beneficio ilícito no se concretó y el último de los mencionados le exigió la devolución del dinero, cosa que se prolongó y dio lugar a que se promoviera la denuncia.

Justamente, uno de los argumentos de la defensa de Rojas Rubio es la denuncia que él mismo presentó en la medida que venía siendo extorsionado, lo que significa que hasta ese momento desconocía que había sido grabado en la tertulia corrupta que sostuvo con el empresario, de ello se enteró solo cuando el Ministerio Público decide abrir una investigación ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación.

Pero aquel audio que sostuvo una prolongada investigación, se convirtió en prueba absoluta a nivel judicial cuando el empresario Robín Zeñas decide acogerse a los beneficios de la ley procesal, cuando desvirtúa por completo los alegatos de su co-investigado quien decía que el audio había sido manipulado y que aquella no era su voz.

Ya en la vía judicial el empresario mostró un vídeo pues el audio solo había sido recogido de estas imágenes en la que se aprecia efectivamente al ex decano negociando la adjudicación de la obra y su mérito probatorio resultó contundente.

En aquel entonces, hablamos del mes de Junio del año pasado, Zeñas Pérez obtuvo la indulgencia de la autoridad judicial al acogerse a la terminación anticipada y fue condenado solo a cuatro años de pena condicional y sujeto a normas de conducta, empero, de esta forma dejó en bandeja a la justicia para que aplicara todo el peso de la ley al funcionario que se prestó al manejo deshonesto y corrupto en abierta infracción a sus funciones.

A pesar que el ex decano del colegio de ingenieros seguía negando a los cuatro vientos que haya negociado la adjudicación de las obras en la UNS, en el juicio oral se visualizó el vídeo y se pudo escuchar que, efectivamente, hubo un evidente manejo corrupto de por medio y se fortaleció la versión del sentenciado empresario que coronaba una denuncia que había nacido medio muerta pero que en el camino terminó mostrando todas las pruebas contundentes del caso.

Por ello es que la percepción de la mayoría era de una evidente ratificación de la condena impuesta por el Juez de Primera Instancia, la evidencia fílmica no deja lugar a dudas de la comisión del delito investigado y de la responsabilidad directa de quien en determinado momento formó parte de la pléyade de profesionales que dirigía los destinos de nuestra ciudad, como el sentenciado Hugo Rojas Rubio.

Es una lástima lo que viene ocurriendo con este profesional, no solo está incurso en este proceso penal que acaba de concluir con una condena a pena efectiva en su contra, sino que además ha sido involucrado hasta en otros dos casos relacionados con su paso por el Gobierno regional de Ancash en la gestión de César Álvarez, oportunidad en la que aceptó la gerencia del proyecto especial Chinecas y por ello ha sido implicado en sendos procesos penales, uno de los cuales es el relacionado con el escandaloso pago de cinco millones por el expediente SISA cuyo caso está en fase de juicio oral.

Infortunadamente, cuando no se obra con la verdad y con la honestidad las cosas terminan de esta manera, cuando la transparencia y decencia son solo artículos de cliché que se dice pero no se profesan, entonces las consecuencias suelen ser crudas y contundentes. Y quien puede dar fe de todo ello es el Ingeniero Hugo Rojas Rubio quien, al igual que muchos otros comandos, ha pasado a la clandestinidad, se ha convertido en un prófugo de la justicia y solo espera con un halo de esperanza que esta situación se pueda revertir en la Corte Suprema, en donde su defensa espera se admita el recurso de casación que ha planteado y que es la última ventana que le queda para poder salir de una situación realmente sumamente difícil y complicada.