En julio del 2023, un comité de selección conformado por tres altos funcionarios de la municipalidad provincial del Santa adjudicó a la empresa contratista Consorcio Superjavi la buena pro para la ejecución de la obra de pistas y veredas de la HUP Villa del Periodista, un proyecto de desarrollo urbano que se ubica en el distrito de Nuevo Chimbote. La oferta económica que presentó el referido consorcio, y que habría sido aceptada a ojos cerrados por el comité de selección, asciende a la suma de S/3´781,363.10.
En este proceso de selección quedaron fuera de toda chance las ofertas que presentaron los postores Consorcio Los Eneldos, Constructores & Contratistas Generales Susa EIRL y Ardu Ingenieros SAC. Al respecto, se ha informado que la oferta que presentó este último postor fue de S/3´403,226.79, propuesta que, en caso de haber sido aceptada, le hubiera permitido a la comuna provincial un significativo ahorro de S/378,135.31.
Pero no se trata solamente de eso. Según el Informe de Control Especifico N° 033-2024 evacuado por la Contraloría General de la República, se sabe que la empresa Consorcio Superjavi, además de haber presentado la oferta económica más elevada, no ha acreditado la experiencia empresarial solicitada en las bases del concurso. Precisamente a esta omisión se atribuye el hecho que la obra presente fallas de construcción que hasta este momento impiden que sea recepcionada. Sobre el particular, el informe de Contraloría señala que los tres postores que quedaron fuera del proceso de selección, si poseen la experiencia y la capacidad que exigían las bases.
Sin darle más vueltas al asunto, el informe de Contraloría concluye con una recomendación inexcusable: que se procese penalmente a los tres funcionarios municipales que integraron el comité de selección. Ellos son Héctor Falcón Jara, gerente de Infraestructura; Adrián Mejía Morales, sub gerente de Logística; y Erik Ayala Oré, funcionario de la gerencia de Obras. Para la Contraloría, los mencionados servidores habrían incurrido en una práctica dolosa que ahora es pan de cada día en nuestra maltratada administración pública, como es el direccionamiento de un proceso de licitación a favor de determinado postor. No gana el que sabe preparar la torta, sino el que sabe cómo repartirla.
De por sí, el hecho no deja de tener connotación. Hasta donde se ha podido conocer, al menos dos de los funcionarios comprometidos ya cargan sobre sus hombros una pesada mochila de antecedentes y faltas administrativas de la misma índole. Si a pesar de ello se mantienen en sus cargos como si nada estuviera pasando, van a compartir el peso de la mochila con toda la gestión edil.
El informe de Contraloría le ha dado un plazo al alcalde provincial Luis Gamarra Alor, para que deslinde responsabilidades y adopte las medidas que sean necesarias para salvaguardar los intereses de la comuna. Direccionar la licitación de una obra es elegir la dirección equivocada.