Rector y asamblea USP:
Hasta antes del 14 de Junio, el Rector de la Universidad Privada San Pedro, Javier Ulloa Siccha, estaba plenamente facultado para firmar títulos y otras certificaciones académicas. Pues, como él mismo se encargaba de pregonar públicamente, su firma todavía se hallaba reconocida, al menos, por la SUNEDU.
En el entendido de Ulloa Siccha, este el aval bastaba para mantenerse en el cargo a pesar que la SUNARP había rechazado su inscripción hasta en cinco oportunidades debido a las irregularidades con las que se desarrolló el proceso en el que fue elegido. Por esa razón, y no obstante haber contado con el aval de la SUNEDU, la firma de Ulloa Siccha jamás fue aceptada por la banca y otras instituciones públicas y privadas. Desde su irregular elección, fue un rector a medias.
El 14 de Junio, sin embargo, la suerte de Ulloa Siccha dio un giro de 180 grados cuando la SUNEDU le notificó por escrito que su firma había sido cancelada en los registros de este organismo. Para el máximo organismo oficial que regula el funcionamiento de las universidades del país, a partir del 14 de Junio Ulloa Siccha ya no es rector de la universidad San Pedro.
Sin embargo, lejos de allanarse a esta disposición y en vez de preocuparse en levantar las observaciones relacionadas con su cuestionada elección, el doctor Ulloa Siccha ha optado por hacer cuestión de estado, ir al choque y atrincherarse en el cargo. Una actitud de fuerza, propia de quienes son conscientes de haber perdido todo respaldo legal.
Desde el momento en que la SUNEDU ratificó su negativa se otorgar el licenciamiento a la universidad San Pedro y cuando la existencia de esta casa de estudios ya está con las horas contadas, todo el mundo se aferraba a una última esperanza. Ante la desautorización de la que acaba de ser objeto el rector, se esperaba que la asamblea universitaria iba a encargarse de llevar por buen camino los últimos días de la universidad. Pero no ha sido así.
Fiel a su estilo convencional, y conforme lo han hecho con todos los rectores de turno, los veinticinco integrantes de esta instancia académica habrían decidido apoyar a Ulloa Siccha contra viento y SUNEDU. De esa manera, lo único que se estaría consiguiendo es hacer aún más penosa la agonía. Antes hicieron lo mismo a favor del prófugo ex rector José María Huamán Ruiz.
Ha sido justamente a raíz de esta actitud convencional, de marchar dócilmente en la dirección que sopla el viento, lo que ha llevado a la universidad San Pedro al estado de agonía irreversible en el que se debate. Antes que caiga el árbol, los que están arriba quieren asegurarse los mejores frutos. Deberían recordar que, a mayor altura, las caídas duelen más.