Por: Fernando Zambrano Ortiz
Analista Político
Con el plazo para afiliarse a partidos políticos para las elecciones generales del 2026 a punto de vencer, se avecina un escenario electoral complejo y polarizado. La conformación de la Mesa Directiva 2024-2025 en el Congreso de la República y los grupos parlamentarios que se mantendrán hasta el 2026 se definirán con posterioridad a esta fecha límite, lo que puede llevar a una recomposición significativa de los grupos políticos.
El populismo que impera en el Congreso aumentará el riesgo político regulatorio, y es probable que los grupos parlamentarios que no representan a algún partido político puedan desintegrarse. Esto se debe en parte a que algunos grupos tienen tan solo cinco congresistas, el mínimo exigido por el reglamento de congreso para conformar un grupo parlamentario.
La inscripción de Alberto Fujimori en el partido liderado por su hija Keiko Fujimori ha generado entusiasmo entre muchos, quienes reconocen su legado como presidente que rescato al país del terrorismo y la bancarrota, y generó un espacio para la reducción sustancial de la pobreza y el desarrollo económico que llevó al Perú a liderar los índices de crecimiento.
La polarización electoral que se avecina podría llevar a un escenario similar al del 2021, donde Alberto Fujimori, Keiko Fujimori y Antauro Humala podrían estar en segunda vuelta. Sin embargo, en las elecciones generales de 2021, hubo un alto ausentismo en la segunda vuelta debido a que los partidos políticos de derecha conservadora y centro derecha que quedaron fuera de carrera no apoyaron a Keiko Fujimori.
A pesar de la complejidad del escenario electoral, la presencia de Alberto Fujimori en la política genera una expectativa significativa en el electorado. En un momento en que la economía ha perdido el rumbo, la pobreza ha aumentado y la delincuencia impera en todo el país, la necesidad de autoridad para resolver estos problemas es palpable.
En este contexto, Alberto Fujimori puede ofrecer una alternativa atractiva, ya que su legado como presidente demuestra que puede liderar el país en momentos de crisis y sacar adelante el país con resultados tangibles.
Mientras otros candidatos pueden ofrecer promesas, Fujimori puede mostrar un historial de logros en situaciones similares, lo que puede ser un atractivo significativo para los electores que buscan soluciones efectivas a los problemas que enfrenta el país.
Por otro lado, con la gran cantidad de partidos políticos que pueden llegar a cuarenta, es probable que los que lleguen a segunda vuelta lo hagan con porcentajes alrededor del 10%. Además, menos de diez partidos tendrían posibilidades de pasar la valla electoral para mantener su inscripción.
En resumen, la polarización electoral y la recomposición de los grupos políticos pueden llevar a un escenario complejo y desafiador en las elecciones generales del 2026. Es importante que los partidos políticos y los ciudadanos estén preparados para enfrentar este desafío y trabajar hacia un futuro más próspero y pacífico para el Perú.