La Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote viene demandando a los principales mercados de su jurisdicción que cumpla con los requerimientos de seguridad y comodidad para sus usuarios bajo apercibimiento de decretarse su clausura y el cierre temporal a efectos que se cumpla efectivamente con la ley.
Uno de los principales establecimientos de este tipo es el Mercado Buenos Aires sobre el cual pende una medida de clausura por no haber levantado una serie de observaciones a lo largo de los últimos años que ha sido emplazado por la autoridad edil, llegando esta situación a un punto en el que se tomaron las primeras medidas clausurando puertas interiores que comenzaron a generar contratiempos a los usuarios.
Solo así los comerciantes decidieron tomar sus propias medidas en razón que la dirigencia que tenían era ineficiente y permitió este estado de cosas apremiante para un grupo de comerciantes que tiene su actividad económica en ese centro de abastos, por lo tanto, son ellos los llamados a mejorarlo y dotarle todas las condiciones de seguridad que exige la ley.
Desde entonces, una nueva dirigencia ha comenzado a ejecutar trabajos de cambio de redes de agua y desagüe al interior del centro de abastos, así como las instalaciones eléctricas con la finalidad de terminar con la informalidad y, fundamentalmente, por que ha llegado la hora de tener un mercado mucho más limpio y presentable.
Hay que tener en cuenta que quienes viven en Nuevo Chimbote son conscientes que el Mercado Buenos Aires es el mismo de hace 40 años atrás, pese a mover una importante cantidad de dinero diariamente ni siquiera contaba con pisos y sus redes de agua y alcantarillado son las mismas que se colocaron hace 40 años atrás, por el contrario, desde entonces solo se han sumado más comerciantes y hasta se ha formado una “ampliación” que se levanta sobre la informalidad en materia de instalaciones interiores.
De allí que los propios comerciantes han tomado consciencia que ha llegado la hora de invertir para mejorar y lo han hecho en base a las presiones que ha dispuesto la administración edil de Valentín Fernández, tanto a este como a los otros mercados del distrito sureño en donde, cierto es, se observa demasiado desorden, congestionamiento interior y carencia de medidas de seguridad.
Lo mismo ha ocurrido en la jurisdicción de Chimbote, en donde la Comuna Provincial del Santa llegó en una oportunidad a disponer el cierre del Mercado Modelo por todo un día y hace solo unas semanas decretó la clausura temporal de Galerías Alfa, que es un emporio comercial que alberga a cientos de personas diariamente.
Hace solo unos días la alcaldesa, la comisionada de la Defensoría del Pueblo y el Fiscal de Prevención del Delito estuvieron en el Mercado Dos de Mayo con la finalidad de emplazar a los comerciantes a disponer las medidas de seguridad que ha determinado la oficina de Defensa Civil o de lo contrario serian clausurados, inclusive, allí debieron encabezar una suerte de mediación con la finalidad de evitar que los enfrentamientos internos que existen en este centro de abastos impidan la ejecución de las mejoras como lo denunciaron los comerciantes ante la autoridad edil.
De allí que las autoridades municipales deben apretar un tanto el acelerador en las necesarias mejoras que han emprendido los comerciantes de los principales centros de abastos en razón que, como era evidente, existía una enorme desbalance en lo que se refiere a la seguridad de estos centros de abastos, la mayoría de ellos no solo con cables colgando por todos lados sino con una escandalosa invasión de los pasillos por parte de informales y de los propios propietarios de los puestos que poco a poco sacaron sus productos a los pasadizos y virtualmente se apoderaron de los mismos con el enorme peligro que ello implica.
Las autoridades municipales han convenido en los últimos días en otorgar más plazos que oscilan entre los 30, 45 y 60 días en la medida que han advertido que los comerciantes vienen realizando mejoras y tratan de someterse a las disposiciones legales, lo que es prudente y positivo en la medida que debe premiarse el esfuerzo y la voluntad de corregir más no la audacia y viveza de muchos que, a pesar de la decisión de las autoridades, siempre tratan de sacarle la vuelta a las normas.
Lo que se tiene que convenir es que frente a estos nuevos plazos y esta flexibilidad de los municipios se tiene que imponer la autoridad ante todo, hay que ser claros y directos en reiterar que no habrá más plazos, de tal suerte que cuando se cumplan los que se han señalado se tiene que tomar medidas drásticas y no caer en el mismo cuento de siempre.
SANCIÓN A LA OSADÍA
En los últimos días el país se ha dividido en torno a la decisión del Poder Judicial de dictar 18 meses de prisión contra la ex pareja presidencial Ollanta Humala Tasso y Nadine Heredia Alarcón, quienes se encuentran recluidos en dos penales de la Capital.
Y es que muchos estiman que el hecho que la ex pareja presidencial siempre se mostró dispuesta a presentarse ante el llamado de la justicia no se entendía por qué se debería enviarlos a la cárcel, más aun cuando existen hijos pequeños que están de por medio.
Sin embargo, lo que ha merituado el Juez Richard Concepción Carhuancho, primero, y la Sala Penal de Apelaciones, luego, es que existen muchos actos que determinan el peligro procesal plasmado en las perturbaciones a la administración de justicia.
Pese a las advertencias de la autoridad judicial los esposos Humala sacaron a sus hijos del país con justificaciones ocultas, pues mientras se presentaban a los juzgados hacían exactamente todo lo contrario a quien realmente colabora con la ley, como el hecho que la ex primera dama haya pretendido trabajar en la ONU, a través de sus amigos, cuando era consciente que estaba sujeta a una medida restrictiva en nuestro país.
Los esposos Humala no son los primeros que deben dejar a sus hijos sin el amor de los padres debido a una medida de prisión, en el país hay muchos de estos casos y por su trayectoria política no pueden ser objeto de algún privilegio, lo que debieron hacer es pensar más en su prole antes que desafiar a la ley como lo han hecho y como los magistrados lo han demostrado. Que asuman sus responsabilidades y se defiendan en el juicio al que se encuentran sometidos, como lo hace todo el mundo.