La habitual tranquilidad de la primera cuadra del jirón José Olaya se vio interrumpida de pronto la semana pasada debido a la presencia de una cuadrilla de efectivos de Bomberos y agentes de la Policía Nacional y el serenazgo que rodearon la zona estableciendo un cordón por el cual nadie podía ingresar.
Allí se encuentra la sede de las Fiscalía de Prevención del delito y de materia ambiental del Ministerio Público, y. de acuerdo a la versión recogida por los periodistas que cubrieron la información, se habría producido un derrame de cianuro, razón por la cual personal de los bomberos llegaron con atuendos especiales con la finalidad de retirar este elemento químico sumamente peligroso al contacto con las personas.
Fueron los hombres de rojo, premunidos de equipos especiales con escafandras, adiestrados para el traslado de elementos tóxicos, los que se encargaron de retirar de esas instalaciones dos pequeños cilindros que fueron trasladados a otros almacenes de la misma institución ubicados en la avenida Meiggs.
La prensa había recogido la versión del derrame de este elemento altamente tóxico, inclusive se ha señalado que dos trabajadores debieron ser atendidos en un nosocomio por molestias que no han sido debidamente identificadas, pues previamente se ha realizado una fumigación en el inmueble que puede haber provocado esos estragos.
Sin embargo, el Ministerio Público ha negado de manera categórica que se haya registrado algún derrame del cianuro, precisando que lo que generó el despliegue de efectivos de Bomberos y el cierre preventivo de las calles ha sido el traslado de este peligroso elemento químico por hallarse en ambientes cerrados y que no eran los adecuados para su almacenamiento, por lo que para evitar cualquier contingencia la Fiscal Evelyn La Madrid fue quien solicitó la presencia de los hombres de rojo con fines eminentemente preventivos y, esencialmente, para manipular un producto altamente peligroso.
Sea como fuere y al margen que si ha existido o no un derrame, pues el personal de las Fiscalías fue retirado por espacio de una hora a la espera de la ventilación conveniente del local, lo que llama la atención es que se haya ingresado a esos ambientes un componente químico que está catalogado como peligroso.
Se dice que el cianuro fue incautado a personas que fueron intervenidas en el marco de un operativo contra la minería ilegal y que por razones burocráticas no se pudo trasladar a un establecimiento en donde pueda ser almacenado.
Sin embargo, lo que llama la atención es que tratándose de una sustancia sumamente peligrosa y altamente contaminante, se haya llevado a un inmueble en donde funcionan oficinas en las que laboran muchos trabajadores, lo lógico es que se trasladen justamente al lugar donde han sido llevados los dos cilindros la semana pasada, más aun si se sabía que el edificio en donde se ubican estas dos Fiscalías carece de ventilación.
Por lo demás si solo se trataba del traslado de este material y no ha existido riesgo alguno, como lo señala la Fiscalía a través de un servicio de prensa., no se entiende las razones por las cuales se hizo tanto despliegue de efectivos bomberiles y de evacuaciones por prolongadas horas.
El personal de la Policía o de la Fiscalía trasladó estos cilindros de cianuro a la sede de la Fiscalía Ambiental y no tuvo que hacer tanto movimiento y menos aún maniobras con personal protegido con trajes especiales como lo ha hecho ahora, lo qué quiere decir es que debió existir alguna razón por la cual ahora la Fiscal solicita la presencia de los Bomberos para retirar un material cuyo transporte no había generado antes tantas maniobras como ha ocurrido la semana pasada.
De todas maneras, quienes conocen cual es la naturaleza del cianuro y su alto poder contaminante no debieron permitir, de ninguna manera, que este material fuera internado en un edificio en donde laboran muchas personas y no se encuentre sujeto a medidas de seguridad, al margen de los trámites burocráticos que se dicen entramparon el traslado inicial del producto incautado pues todo ello ha dado lugar a las maniobras riesgosas que se han registrado en la dependencia Fiscal.
Lo que se tiene que hacer con urgencia es darle el destino que corresponde a ese material incautado, si debe destruirse que se haga lo más pronto posible a efectos que no exponga la salud de ningún otro trabajador.
ACUERDOS GASEOSOS
El pasado fin de semana los médicos del sector salud decidieron levantar la huelga indefinida que venían realizando desde hacía un mes antes y aceptaron las propuestas planteadas por el Gobierno para reincorporarse a sus consultorios y dependencias hospitalarias a efectos de retomar la atención de sus pacientes.
La medida sorprendió a propios y extraños en razón que los galenos anunciaban la radicalización de sus medidas a través de huelgas de hambre, empero, en solo dos días la dirigencia nacional de los gremios médicos llegaron s suscribir un acuerdo con el ejecutivo y pusieron punto final a su protesta, aun cuando no dejan de existir siempre los inconformes, pues se han escuchado algunas voces que se levantan contra los acuerdos adoptados por la dirigencia nacional, empero, la gran mayoría de profesionales de la salud ha decidido retomar a los nosocomios y ya se viene regularizando la atención.
Esperemos que en esta oportunidad los acuerdos se concreten y no permitan que los galenos vuelvan a retomar sus acciones de fuerza, ello porque si la memoria no nos traiciona desde hace cinco o seis años los médicos vienen repitiendo esta medida de fuerza cada año reclamando porque no se cumplen las actas firmadas de común acuerdo. Esto si deja mucho que desear, si el Gobierno es consciente que la salud de los pacientes está por encima de los requerimientos de los médicos, debe cuidar que estos no mantengan las insatisfacciones de antaño y, por lo menos, acate los acuerdos a los que han arribado. De esto depende que la atención ya no vuelva a paralizarse con el consiguiente perjuicio que ha significado para los centros hospitalarios.