Editorial

Un grano de arena a la orilla del mar

Corrupción en Chinecas:

El pago de una coima de dos mil soles solicitado por el ahora ex gerente del proyecto especial Chinecas, Camilo Carranza Lecca, no es un hecho de corrupción casual y menos un caso aislado.  Por muy condenable e inaceptable que resulte ser, tampoco es algo por lo cual los ancashinos tengamos que sorprendernos.  El acto de corrupción protagonizado por el titular del más importante proyecto de desarrollo regional, es parte de un gigantesco engranaje que se mueve ante la vista y paciencia de todo Ancash, cuyas  ramificaciones  se extienden por  todas las dependencias  públicas de la región.  Ante la magnitud de  este engranaje, lo de Chinecas no es más que un grano de arena a la orilla del mar.

Aún cuando podría parecer algo imposible de aceptar, lo cierto es que  en toda la región Ancash no existe una sola empresa  constructora o proveedora de servicios  que pueda  de afirmar con la frente en alto que desconoce esta realidad.  Sin querer queriendo, la mayoría de ellas, si no todas, se han enjuagado las manos en el torrente de aguas turbias de la corrupción.  Para nadie es un secreto la “obligación” que toda empresa tiene que pagar una coima si es que se desea  obtener la buena pro, ya sea para la ejecución de una obra, para la prestación de un servicio o para la adquisición de bienes.  Empresa que no paga la matrícula, termina desaprobada.

Desde la elaboración de perfiles, estudios de factibilidad y expedientes técnicos, la cadena de la corrupción pasa por todas las licitaciones, lo mismo que por la firma de contratos y, como ha ocurrido en Chinecas,  alarga sus tentáculos  hasta después  de la entrega de la obra. Y en este carnaval de enjuagues y manoseos  no solo intervienen los funcionarios de arriba, aquellos que se llevan la mejor parte de la torta y seleccionan la música y los pasos de baile,  sino también los de abajo, aquellos que se contentan con recoger las sobras de la torta.

Lo sucedido con el gerente de Chinecas, así lo demuestra. La empresa Krausen, fue contratada por el proyecto de irrigación para ejecutar la obra rehabilitación de caminos y vías de acceso colindantes con el canal principal, por un total de  26 kilómetros. La obra no ha sido concluida y menos entregada,  generándose allí esta controversia, que terminó con esos hechos donde el gerente fue captura en plena coima.