Editorial

Editorial: ::: OTRO RECTOR EN PROBLEMAS :::

Visible y justificadamente contrariados, un grupo de comunicadores de nuestra ciudad han decidido tomar acciones legales contra el Rector de la Universidad Nacional de Santa, Sixto Díaz Tello, a quien acusan de haberlos estafado con el ofrecimiento de una maestría que no tenía la autorización respectiva, razón por la cual han visto frustradas sus expectativas académicas y resultaron engañados con el pago de los derechos que realizaron.

En realidad este no es un caso cualquiera en el que una entidad educativa de fachada suele engañar a educandos con el ofrecimiento de cursos que no tienen respaldo o con personal que no está capacitado parta ello, por el contrario, estamos hablando de más de un centenar y medio de profesionales y de una Universidad que tiene el prestigio bien ganado en nuestra ciudad por el esfuerzo de otros docentes y funcionarios.

Este grupo de comunicadores se acogió a la oferta educativa de la Universidad Nacional del Santa para recibir una Maestría denominada “Gestión de la Comunicación y Responsabilidad Social”, para lo cual hicieron los pagos y cumplieron con todos los requisitos que se les exigía, iniciando el dictado de clases el pasado mes de mayo.

Lo cierto es que solo después de todo este tinglado tomaron conocimiento que la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (SUNEDU), el organismo que fiscaliza el funcionamiento de las Universidades, notificó a la Universidad del Santa que la maestría que estaban ofreciendo era ilegal., empero, a pesar de la existencia de este documento que se traduce en el oficio N° 561-2017, de fecha 04 de Mayo, el rector no dispuso la paralización de la misma.

De la misma manera, cuando el escándalo estalló el rector no hizo nada para remediar este problema, ni siquiera se preocupó de la situación de los maestristas, al no convocarlos a su despacho y plantearles alguna alternativa de solución frente al grave problema que había generado su propia entidad, menos aun cuando los perjudicados decidieron salir a revelar lo que estaba sucediendo.

Por el contrario, el rector se dirige a un medio de comunicación y formula declaraciones altisonantes, no solo miente al señalar que se ha reunido en cinco oportunidades con los maestristas afectados sino que alude a una suerte de chantaje de aquellos al pretender que la Universidad del Santa les pague una maestría en una universidad privada o que les devuelva los montos que dejaron de percibir por tener que abandonar su trabajo cuando llevaron la fallida maestría.

Sin embargo, los maestristas afectados han desmentido a esta controvertida autoridad, han señalado de manera contundente que ellos jamás fueron convocados por el rector, jamás les planteó alguna alternativa de solución y que el afectado que se habría entrevistado con él no es delegado de nada y solo representa sus propios intereses personales.

Llama la atención la posición soberbia e intolerante del rector Sixto Díaz Tello al no saber asumir la responsabilidad que le alcanza a su institución y a sus autoridades al haber emprendido el dictado de un grado académico para el cual no estaban autorizados, es decir, que debió tener la iniciativa de buscar a los afectados y plantearles alguna solución en estrecha coordinación, inclusive, con la autoridad máxima del sistema universitario.

Sin embargo, lo que hizo fue buscar una cabeza de turco, utilizar a algún avivato que trató de resolver el problema por su cuenta y lo puso como una suerte de representante de los maestristas a sabiendas que ello no era cierto, lo único que hizo el rector es desafíar la buena fe de personas que han sido burdamente estafadas.

Y es que la mala leche, como se dice en el argot criollo, o el dolo como se dice en el foro por intermedio de los abogados, se demuestra por el hecho que el rector y sus funcionarios sabían y conocían que desde el 25 de noviembre del año 2015 existía un nuevo modelo de licenciamiento universitario que debería ser respetado por todas las Universidades del país, de tal suerte que al lanzar y ofrecer cursos de maestrías sin haberse acogido a este modelo sencillamente se incurre en responsabilidad.

La Universidad no es un local nocturno o un establecimiento comercial como para que sus autoridades remitan una solicitud de licencia para el funcionamiento de sus programas académicos para comenzar a funcionar en ese mismo momento, esos pedidos deben ser evaluados y analizados, están sujetos a correcciones y observaciones, en otras palabras tienen un procedimiento que concluye con una resolución que aprueba o desaprueba el programa propuesto por la Universidad.

Si el rector de la Universidad Nacional del Santa no contaba con esta resolución era consciente que no podía ofrecer cursos de maestría porque quedaba al margen de la ley, peor aun cuando la SUNEDU lo notificó en Mayo de este año para advertirle que las maestrías que estaba dictando eran ilegales, empero, continuó con este programa engañando de esta manera a los comunicadores y otros profesionales.

No es cierto, por lo tanto, que se trate únicamente de un error administrativo, y, tanto es así que el INDECOPI ya ha aceptado la denuncia que ha formulado de oficio la Asociación de Protección a los consumidores de la provincia del Santa y ha puesto en marcha una investigación contra el rector de la Universidad del Santa y sus funcionarios, la misma que puede concluir con una fuerte multa.

Sin embargo, esa no es la única acción legal que deberá hacer frente el rector Sixto Díaz Tello, los comunicadores maltratados han decidido emprender denuncias en la vía penal por el delito de estafa y lo hacen no solo por el grave perjuicio que han sufrido con este mecanismo de engaño del rector sino porque lejos de buscar excusarse y llegar a un buen acuerdo, lo que hizo fue acusarlos y humillarlos mediante mentiras ante la población chimbotana, de la mano con algún avisado que, al parecer, se prestó a este juego.

No es la primera vez que el rector de la Universidad del Santa tiene problemas, por el contrario, su propia elección generó serias controversias y acciones legales que llegaron al Poder Judicial, al margen de las denuncias públicas de estudiantes que lo calificaron de intolerante y trabajadores que lo sindican de tomar represalias. Tal parece que, en esta oportunidad, tendrá que reaccionar y bajar de la nube en la que cree que se encuentra para poder capear este temporal.