Empresario chimbotano:
Como siempre, rodeado del calor de su esposa, hijos, nietos y demás familiares, hoy está celebrando el 96 aniversario de su nacimiento don Félix Roberto Achú Pizarro, sin duda el empresario más emblemático de Chimbote. Lo más admirable de todo es que lo hace manteniéndose al frente del grupo empresarial que ha sabido forjar y consolidar a lo largo de su fructífera y ejemplar existencia.
Miembro de una generación de emprendedores que forjaron el despegue comercial e industrial de Chimbote allá por la década de 1950, don Roberto compartió estrecha amistad y nexos propios de su actividad con los hacendados Nicolás Garatea y Artemio del Solar y el empresario automotriz Miguel Mohana Anser. También conoció en sus inicios a quienes serían más tarde dos de los protagonistas del boom de la pesca: Luis Banchero Rossi y Salomón Manzur Salgado.
Aún así, para el común de los chimbotanos, el nombre de don Roberto Achú siempre estará asociado al “Hueco en la Pared”, la histórica bodega ubicada en la tercera cuadra del jirón Manuel Ruiz, que fundó en 1947, con apenas 19 años de edad. En este tradicional establecimiento, donde miles de clientes encontraban de todo para el consumo popular, don Roberto atendió personalmente y en forma ininterrumpida durante más de 60 años. Eso ha hecho que él y el “El Hueco en la Pared” ocupen una página propia en la historia de la Chimbote.
Pero ya desde antes de cerrar las puertas de la bodega, don Roberto ya tenía decidido incursionar en el rubro de casinos y tragamonedas, en el que se mantiene hasta hoy con el mismo éxito y renovado entusiasmo.
Pero además de su innata y siempre acertada visión para los negocios, otro de los atributos que identifican a don Roberto Achú Pizarro es su acendrada vocación por la filantropía. Son incontables las actividades artísticas, culturales y de bienestar social, que cuentan con su apoyo sin exigir nada a cambio. “No necesito ser alcalde ni congresista para servir a la gente” dice por toda explicación. En efecto, en toda su vida jamás aceptóninguna invitación para participar en un proceso electoral.
Como institucionalista, fue uno de los fundadores de la Asociación Wha Yoi que agrupa a los descendientes de los primeros inmigrantes chinos que se instalaron en Chimbote y el valle de Santa. Otro de sus motivos de orgullo es pertenecer a la primera promoción de la institución educativa más emblemática de Chimbote, el Colegio Nacional San Pedro.
Antes de despedirse nos dice “no olvides que en la vida nunca hay que bajar la guardia”. Cierto don Roberto, le tomamos la palabra.. Felicidades.