Editorial

Gobierno a favor de minería ilegal

Increíble pero cierto:

Mañana se cumple exactamente  un mes desde que el Comité Provincial de Salud que preside el alcalde Luis Gamarra Alor,  aprobó en sesión extraordinaria del 27 de agosto solicitar al gobierno central la declaratoria de emergencia ambiental en  la provincia del Santa, esto como consecuencia de la criminal contaminación de los ríos Plata, Tablachaca y Santa  ocasionada por los relaves de la minería ilegal, actividad que tiene como nuevo paraíso  la zona de Pasto Bueno en la provincia de Pallasca.

El procedimiento burocrático  establece que la referida solicitud de emergencia tiene que ser evaluada en segunda instancia por el gobierno regional de Ancash para luego ser elevada al ministerio del Ambiente, organismo al que le corresponde tomar la decisión final. Como reiteramos, mañana se cumple un mes desde que las autoridades de la provincia del Santa formularon este angustioso pedido, pero hasta este momento ni el gobierno regional de Ancash, ni el ministerio del Ambiente, se han pronunciado sobre el particular. Es evidente que para ambos organismos, la contaminación de la cuenca del Santa es algo que no figura en su agenda de trabajo. De haber sido así, otro sería el panorama.

Después de todo, esto es algo que ya se veía venir.  Cuando todos esperábamos  que el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro Vargas, iba a declarar la emergencia ambiental en la provincia del Santa y simultáneamente iba  a tomar una actitud frontal contra la minería ilegal, desde la comodidad de su despacho declaró a la prensa que la declaratoria de emergencia de ninguna manera iba a solucionar el problema de la contaminación. Pero, por increíble que parezca, tampoco dijo cuál iba a ser la solución. Desde entonces no se ha vuelto a ocupar del asunto para nada.

Como por contagio directo, la misma actitud de indiferencia y mudez absoluta han asumido los funcionarios de la Dirección de Minería del gobierno regional de Ancash. Las visitas de inspección que anunciaron con insólita anticipación, no han dado ningún resultado positivo. No se ha formulado ninguna denuncia,  ni se ha aplicado una sola sanción.  Más ha sido la pérdida de tiempo y el gasto de viáticos y combustible. Todo no ha sido más que un teatral saludo a la bandera.

Por otro lado, la Red de Salud Pacífico Norte adelantó la presencia de metales pesados que las aguas del  río Santa.

Ha sido esta indiferencia de los organismos  de gobierno lo que ha llevado a  los mineros ilegales a reiniciar con renovada energía  su actividad en la zona de Pasto Bueno.  Ante la descarada falta de autoridad, éstos han vuelto a poner en funcionamiento sus plantas procesadoras y hasta están contratando nuevo personal. Y no solo eso. Como lo hemos dado a conocer en nuestra edición de ayer, el mercurio y otros insumos químicos utilizados en esta actividad, se comercializan ahora en forma indiscriminada en Pallasca y otras localidades del lugar.

¿Qué otra cosa se puede esperar si, con su silencio cómplice, los organismos del gobierno están actuando a favor de la minería ilegal?.