Región Ancash:
El trunco proceso de descentralización, proceso fallido, digamos, la poca capacidad de gestión de los gobiernos regionales y locales han ahondado las carencias en la población y además en regiones como la nuestra nos caracterizamos por la baja ejecución presupuestal de la inversión pública. Sobre estos y otros temas hemos conversado con Víctor Fuentes quien es Gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía, quién estuvo en Huaraz desarrollando el “Foro de Desarrollo Regional: Encuentro universitario Áncash”.
Ancash es una región con poca población, pero con muchos municipios y lo que se ha hecho es atomizar la inversión publica. Si tenemos un montón de municipalidades abrimos el espacio para actos indebidos. Así nos dijo en conversación con este Diario Víctor Fuentes y nos dio su diagnóstico sobre temas tan actuales como la gestión pública y la alta rotación de funcionarios municipales.
Qué diagnóstico nos das sobre la baja ejecución presupuestal en la región?
VF: Digamos, estamos viendo un poco la consistencia de un traspaso de recursos, pero no de responsabilidades, que tiene dos implicancias. Una más de largo plazo, que tiene que ver con la descentralización, que no se comportó de manera adecuada, lejos de los objetivos . Y la otra, un poco más de corto plazo, con la calidad de las autoridades que venimos eligiendo consistentemente cada cuatro años.
Las cifras que tu mencionabas para Ancash son bastante bajas, pero si miramos el resto de las regiones, la situación no es que sea mucho mejor. Y no es que sea un consuelo, pero sí nos pinta un poco la cancha de esas necesidades, esas carencias que se extienden a lo largo y ancho del país. Y están vinculadas, por ejemplo, a diferentes aspectos.
Por una parte, en términos de capacidades, más o menos la mitad de los funcionarios dedicados a inversiones públicas requieren capacitación prioritaria urgente para poder desempeñarse de manera adecuada. En términos de contrataciones, uno de cada tres funcionarios de las municipalidades está contratado por horas de servicio. Por lo tanto, es difícil capacitarlo.
Es una alta rotación. Con una alta rotación es difícil tener continuidad de programas, políticas, proyectos, intervenciones. Y lo otro es que hay que reconocer que tenemos un exceso de municipalidades. Y en el caso de Ancash, que en el ranking nacional es una de las regiones con más municipalidades, muchas de esas municipalidades no cumplen con los criterios técnicos necesarios, por así decirlo.
Ancash, tiene una población muy pequeña, o el territorio que abarca es muy pequeño, y lo que estamos haciendo es atomizar la inversión pública. Y si tenemos un montón de municipalidades, cada una con proyectos chiquitos, es difícil llevarlos a cabo de la mejor manera, con el profesionalismo suficiente, y más bien abrimos el espacio para actos indebidos, actos de corrupción.
¿Aquí quieren crear más distritos, además se ven trances horrorosos en la gestión pública, cuales la solución?
Mira, no hay una solución fácil, no hay una bala de plata que nos vaya a resolver este problema, y como te comentaba, es un problema que vemos a lo grado de ancho. Si bien tú mencionabas, por ejemplo, que el gobierno regional de Ancash tiene 30%, el promedio del gobierno regional está en 55%, está un poquito mejor, pero a solo tres meses de acabar el año, más o menos queda la mitad o más por ejecutar, y es lamentable que tengamos, con tantas necesidades, tengamos un avance tan lento.
Entonces, parte de la solución tiene que ver con, por una parte, profesionalizar el servicio público, tratar de un poco separar los vaivenes políticos de la gestión pública. No puede ser posible que cuando cambie un alcalde cambie la mitad de la municipalidad, y por lo tanto tenemos trabajadores que genuinamente tienen que aprender a la función pública, y otros que básicamente quieren reinventar la rueda. Y por lo tanto el público perjudicado es el ciudadano, porque a la ciudadanía no le importa el color del ratón, no le importa si una obra la hace la municipalidad distrital, provincial, regional, el ministerio, lo que le importa es que finalmente tengas, de manera oportuna, el colegio, la pista, el hospital, seguridad ¿no?. Un proyecto que salga después de 10 años, básicamente ese proyecto no sirve, está haciendo una demanda que fue pensada para hacer 10 años.
Probablemente, al ritmo al que vamos, va a ser imposible cerrar brechas sociales, porque vamos planificando en función al Perú de hoy, pero las impresiones públicas entran en operaciones 10 años después. Es como si el día de nacimiento las carencias van a ser claras, nunca vamos a poder atender de manera adecuada a la población. Entonces hay que profesionalizar el servicio público, no puede estar atado al bebé político.
Hay una reforma muy grande pendiente en Servir, como tenemos cuerpos de gerentes mejores. Y lo otro que veníamos conversando hace poquito, es que ese repensar la descentralización necesita dos puntos, por lo menos. Por una parte, reconocer que hay un exceso de municipalidades, tenemos un exceso, por una parte, de burocracia, pero que no es eficiente. Y por otra parte, reconocer que a medida que no todas las autoridades tienen las competencias suficientes para poder desplegar estos proyectos, es importante que lo ejecute quien esté en las mejores condiciones de serlo, sin importar si es la distrital, la distrital del costado, la distrital que es un poco más grande, o la provincial, o la regional, y así vamos escalando.
Y no tenemos que cambiar todo, podemos empezar con un piloto. Muchos de los problemas de gestión pública en el Perú tienen que ver con que queremos una solución perfecta, y normalmente lo perfecto es el enemigo de lo bueno. Acá tiene un exceso bastante grande de municipalidades, y por lo tanto, seguir creando municipalidades, lo único que te va a generar es más bien cuellos de botella, para poder aterrizar esos fondos que conforme vas creando municipalidades se van diluyendo, se van haciendo más chiquitos, y en lugar de ganar escalas, en lugar de tener un sistema, una red de proyectos de transporte, por ejemplo, de carreteras que se vayan conectando, tenemos carreteritas chiquitas, que una vez que se acaba el límite distrital, ya no sirve.
¿Hacer un piloto?. A través del ejecutivo, congreso, ¿por dónde?
Tiene que venir del ejecutivo. tiene que pasar por el Congreso, y necesitamos más bien que perros y gatos se pongan de acuerdo. Digamos que haya un consenso mínimo. No vamos a tener soluciones perfectas, pero si encontramos una solución que le resulta mejor a la ciudadanía, sigamos explorando. Si no funciona, lo corrijamos, pero no vamos a no hacer nada. No es la solución.
¿Tú crees, ya bueno este es un nivel macro, no necesariamente de Ancash, porque en todos lados es el tema de que elegimos mal, escogemos mal, y sufrimos las consecuencias, ¿Tú crees que después de todo lo que está pasando, la gente pueda recapacitar para las siguientes elecciones? Porque las cifras, los números que tenemos son de vergüenza, y no hay forma de cambiar esto.
Yo me mantengo optimista, pero creo que…digamos…a diós rogando y con mazo dando ¿no?. Entonces, si bien tenemos que mantenernos optimistas, y es importante seguir empujando el carrito, es importante también informarse, tener una promoción de una discusión más alturada, con evidencia, ¿no? Y el rol acá de los centros de investigación como el IPE (Instituto Peruano de Economía), como REDES, como GRADE (Grupo de analisis para el desarrollo), y por qué no, los centros de investigación de las propias regiones, va a ser importante. En la misma medida, el rol de los medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales, y el rol de las universidades va a ser muy importante. Para romper mitos, pero también para proveer de mejor información a la gente, y ojalá tomemos mejores decisiones.
Ancash puede ser una región interesante a explorar, porque tiene una economía muy diversa, tiene una geografía muy diversa también. Entonces tienes provincias con alta presencia minera, tienes regiones con alta presencia más de pesca, por ejemplo, pesca, manufactura, ¿no? Y por lo tanto puede ser una espaciosidad para ver cómo consensuamos prioridades mínimas, sobre las cuales jalar el carrito.
El problema ha sido más de gestión pública, de cómo esos recursos que se generan, los traducimos en beneficios concretos para toda la población. No puede quedarse solamente en buenos deseos, en proclamadas populares, o en exigencias a una empresa minera, o a una empresa de cualquier tipo. A falta de sector público, una población con muchas carencias termina exigiéndole a la figura que es más cercana, finalmente termina siendo algún actor privado.