Un nuevo ataque contra la empresa de transporte que opera la línea 33, responsable de la ruta Santa-Chimbote, ha generado preocupación entre sus trabajadores.
Ayer, una combi de dicha línea fue incendiada, dejando a la unidad fuera de servicio. La Sra. Eulalia Rojas, quien alquila el vehículo afectado, aseguró no haber recibido amenazas previamente.
Sin embargo, los responsables del ataque dejaron un mensaje dirigido al gerente de la empresa, exigiendo el pago de cupos.
Este incidente ocurre pocos días después de que otra combi fuera incendiada en la vivienda de Santos Pumachay, gerente de la línea 33.
Según testigos, ambos ataques parecen estar vinculados y buscan presionar a la empresa para que realice pagos ilícitos, desestabilizando así el servicio de transporte público en la región.
Las autoridades han iniciado una investigación para identificar a los responsables, mientras los transportistas exigen mayor seguridad ante estos hechos que atentan contra su seguridad y la continuidad del servicio.