Por: César Villón Ruíz
Queridos hermanos lectores. Primeramente, doy gracias a Dios por inspirarme en su palabra, también le doy gracias al Director del Diario de Chimbote, señor Wilfredo Peláez Olortegui, por darnos la oportunidad de que la palabra de Dios esté en sus páginas. Queridos hermanos, sobre el título de este artículo: “Estamos en el tiempo del fin”. Dios me inspira en sus profecías que se cumplen ya, diciendo: queridos hermanos, nos encontramos muy cerca de la segunda venida de Jesús, que nos recibirá en las nubes con sus ángeles y trompetas, y seremos levantados sus fieles y valientes que hemos cumplido su palabra y sus mandamientos.
En la Biblia del Antiguo Testamento en el libro del profeta Daniel, se nos anuncia quienes serán salvos, y nos habla del “Libro de la Vida”, donde están escritos los nombres de aquellos que se salvarán. Ser Cristiano significa estar escrito en ese libro, es decir, seguir al Señor con fidelidad. Daniel nos habla también de la resurrección de los muertos: “Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán”. Esta es nuestra esperanza como Cristianos, la resurrección y la Vida Eterna. Por eso hermanos, hoy se nos invita a renovar nuestra fé y a caminar con ánimos en este sendero de esperanza. Este mensaje es especialmente importante en los tiempos que vivimos, cuando vemos tantas formas de corrupción destruyendo la dignidad del hombre: negocios turbios, injusticias y actos que deforman el corazón humano. Sin embargo, Dios nos muestra otro camino: consiste en “Amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas”. Y Jesús “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
En la actualidad en la que estamos viviendo y como testimonio el Cambio Climático, las noticias internacionales que se vienen conociendo estos últimos meses, de lamentables desastres que la naturaleza viene generando en muchos países, por la extensión del efecto invernadero como consecuencia del calentamiento global, es un problema que debe ser una preocupación de todos los países del orbe. Los efectos negativos a los cuales las poblaciones de hoy se ven expuestas por el mencionado cambio climático. A todos ello, estos cambios climáticos decirlos con precisión, que son profecías de la palabra de Dios en los últimos tiempos, se están cumpliendo por la acción del hombre en su mal proceder, en su comportamiento en las injusticias y la criminalidad en el mundo entero. Tomar conciencia todos los países del orbe, que la actual generación integrada por hombres y mujeres que pueblan todos los hemisferios sus autoridades que los gobiernan tengan el compromiso de respetar y cumplir sus leyes como Dios los quiere.
En este cambio climático en que estamos viviendo con las lluvias torrenciales, son profecías que se están cumpliendo anunciados por el profeta Isaías en el cap. 45 versículo 8, donde dice: “Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia”. En el Evangelio según San Marcos, Jesús nos habla de los tiempos finales con imágenes impactantes: “Después de una gran tribulación el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo y los poderes celestes serán sacudidos”. Estos signos nos recuerdan que los cimientos de este mundo no son permanentes y que nuestra verdadera esperanza debe estar puesta en el señor ,cuando nos dice: “Entonces verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes con gran poder y gloria”. Sabiendo que el Señor viene a salvarnos y que su presencia transformará todo.
Bien sabemos que hoy vivimos guerras, desastres naturales, injusticias y sufrimientos, pero todas estas señales nos recuerdan que el Señor está próximo. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán jamás”. El evangelio concluye con una advertencia: “El día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo; solo el Padre”. Estos nos invita a vivir con intensidad y en una preparación constante, conscientes de que nuestras vidas es un paso hacia la eternidad. Estamos de camino al cielo, donde se encuentra nuestra verdadera meta y felicidad. Cada día es una oportunidad para acercarnos más al Señor y vivir según su voluntad, donde nos dice: “ Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”. La tribulación del pueblo de Cristo se relaciona con los sufrimientos soportados por el pueblo de Dios: “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre”. Países donde la Biblia está prohibida causándoles la muerte: Corea del Norte, Arabia Saudita, Maldivas, Somalia, Afganistán, Pakistán, Irán. Queridos hermanitos solo nos queda; velad y orad con esperanza, dad al Rey la bienvenida para irte con Cristo a la Vida Eterna. Tu hermano César, que ora a Dios día y noche por todos mis hermanos del mundo. Amén.