Premier Vs. Koki:
Tan pronto como nos enteramos de la elección del gobernador regional de Ancash Fabián Koki Noriega como nuevo presidente de la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales, en este mismo espacio de opinión no dudamos en adelantar que detrás de dicha elección existían muchas sorpresas. Y todo parece indicar que no nos equivocamos. En sus primeras declaraciones brindadas a los medios de prensa de la capital de la República, el flamante presidente de la ANGR ha causado una enorme sorpresa al calificar al presidente del consejo de Ministros Gustavo Adrianzén Olaya de ser un “desubicado”.
Como impulsado por un resorte ante el golpe a la canilla aplicado por Koki Noriega, el titular de la PCM ha respondido con el pie en alto. Sin tapujos ni medias tintas, ha dicho que “el desubicado es él (Noriega)”. Pues el viernes de la semana pasada cuando el primer ministro y la presidenta de República llegaron a Chimbote, región Ancash, para la ceremonia de lanzamiento de dos naves construidas para la Defensa Nacional, el ministro Adrianzén dijo haberse sorprendido que el gobernador regional no apareciera por ningún lado. Y claro, en su condición de representante político de la región Ancash, Koki Noriega debió estar ahí por lo menos para darles la bienvenida. Un acto protocolar de elemental cortesía.
Pero más allá de una sorpresa, resulta ser un desacierto que el nuevo titular de la ANGR, en vez de iniciar su gestión con un auspicioso llamado a la concertación, haya buscado la confrontación nada menos que con el primer ministro, el representante del ejecutivo con el que más estrechamente debe trabajar. Desencuentros pueriles como el sucedido, no pueden socavar el principio de gobernabilidad.
Cierto es que en política todo es posible, pero también ahí, igual que en los partidos de fútbol, el que se pica pierde. Tras esta notoria y perjudicial desavenencia, y en tanto el primer ministro y el gobernador de Ancash se mantengan en sus trece, quien va a sufrir las consecuencias de este desaguisado es el proceso de regionalización. Este intercambio de puyas, que a nada bueno conduce, lo único que ha hecho es levantar un témpano de hielo entre la ANGR y la PCM. Es lamentable que es esto suceda cuando a nivel de gobierno central existen numerosos proyectos de desarrollo regional, entre ellos Chinecas, que hace muchos años se mantienen paralizados por culpa de este hielo.
Aunque parece que se ha roto pues ayer se encontraron ambos en Yungay y terminaron abrazándose.
Como lo hemos mencionado ayer, todo indica que el equipo comunicacional que acompaña al gobernador Koki Noriega las veinticuatro horas del día, no es precisamente el más acertado. Comunicar no es enfrentar. Comunicar es tender puentes de conciliación.
Por mucho que en política todo sea posible y que detrás de todo este menjunje existan inocultables motivaciones políticas de cara al próximo proceso electoral, no por ello se puede pecar de ingenuos y peor aún ser impulsivos. Los únicos que podrían considerarse ganadores, son los grupos políticos que están detrás de bambalinas y eso al final tiene su costo. En una nueva gestión que comienza con bronca, pierden los dos contrincantes.