La empresa de saneamiento de Chimbote, conocida por su nomenclatura como SEDACHIMBOTE, ha realizado permanentemente campañas con la finalidad de evitar el derroche y la sustracción del líquido elemento, ello con la finalidad que el agua llegue a más pueblos y ello se consigue cuando no se desperdicia en otros sectores.
Una de estas campañas de la empresa de saneamiento es la lucha contra la sustracción de agua a través de conexiones clandestinas, pues existen usuarios que con el ánimo de eludir el pago que le corresponde por el consumo suelen realizar conexiones bajo tierra antes del medidor de agua, de tal suerte que ese punto no registra el consumo y de esta manera se aprovecha de manera delincuencial de un servicio que es básico en la vida de las personas.
Los medios de comunicación hemos difundido las innumerables intervenciones de los técnicos de sedachimbote en operativos conjuntos con la Policía y la Fiscalía, los cuales han llegado a sorprender hasta conocidos locales comerciales con conexiones clandestinas y sacándole la vuelta a la ley.
Obviamente que estas acciones no solo se realizan para eliminar la conexión ilegal sino que se denuncia penalmente a los responsables en la medida que este accionar responde a un delito de sustracción.
Sin embargo, si los usuarios no esperamos jamás que la empresa de saneamiento encuentre una conexión clandestina en algún establecimiento público menos podríamos esperar que esto se produzca en una institución que forma parte de la misma empresa Sedachimbote, como ha ocurrido la semana pasada.
En efecto, los operarios de Sedachimbote llegaron a la avenida Alfonso Ugarte, en la intersección con la avenida Gálvez, alertados por un grupo de obreros que ejecutan la obra de pavimentación y remodelación de la vía que se unirá a la avenida Camino Real que ya está remozada.
Allí se había verificado la existencia de una conexión clandestina y había que ubicarla a que inmueble corresponde, por ello es que realizaron las excavaciones correspondientes y se sorprendieron que la tubería ilegal se dirigía hacia el Depósito Municipal de Vehículos, un inmueble que es de propiedad de la Municipalidad Provincial del Santa.
Si tenemos en cuenta que la Comuna Provincial es la principal accionista de la empresa de saneamiento, entonces tenemos que concluir que se trata de una acción vedada y sumamente delicada que exige que se deslinde públicamente como corresponde.
El propio supervisor de la empresa de saneamiento, ingeniero Carlos Bernabé Cuba, señaló que lo que se ha encontrado es una conexión clandestina adherida a una matriz de una pulgada de espesor, lo que quiere decir que los promotores de este hecho ilegal estuvieron abasteciéndose de ella a lo largo de varios años.
Por ello es que el mencionado profesional solicitó una constatación policial a efectos de encaminar el procedimiento hacia el área legal como corresponde con el objetivo que a ese nivel se tomen las medidas pertinentes con el informe que elevaría con todas las fotografías del caso y con el señalamiento final que realicen los operarios tras la intervención realizada que fue matizada con elocuentes fotografías captadas por los medios de comunicación.
Es evidente que este hallazgo no fue del agrado de los funcionarios ediles, quienes reaccionaron de inmediato y rechazaron la imputación del funcionario de Sedachimbote alegando que el depósito municipal es un inmueble que no cuenta con suministro de agua y desagüe desde hace muchos años atrás, por lo que era imposible que exista una conexión clandestina que, por lo menos, se encuentre anexada a los servicios de este inmueble.
Ha sido el gerente municipal Edgar Tapia quien ha protestado por la ligereza del funcionario de Sedachimbote al señalar al depósito municipal como el presunto responsable de esta conexión clandestina sin que antes verificara que efectivamente las tuberías se dirigen bajo tierra hacia las conexiones internas del inmueble de propiedad edil.
Por lo menos el funcionario aseguraba que ello era imposible porque este inmueble carece de servicio, tanto así que los servidores que cumplen el servicio de vigilancia deben solicitar los servicios higiénicos de inmuebles aledaños y del mercado de la zona para poder realizar sus necesidades fisiológicas.
Nos imaginamos que ya por cuenta de la alcaldesa se ha amonestado al funcionario de Sedachimbote, algo que sería absurdo y desproporcionado porque aquel solo cumple con su trabajo, lo importante es saber si la empresa realizó el seguimiento de esta conexión clandestina e identificó a los responsables de la misma para los efectos que se sancione como se hace con cualquier usuario común y corriente.
Y es que no podría descartarse que el depósito municipal fuera el inmueble hacia donde llegan las tuberías ilícitas en la medida que el hecho de no tener servicio a la fecha haya significado que en antaño se haya colocado este empalme para los efectos de usufructuar el servicios sin registrarlo a la empresa de saneamiento.
Lo cierto es que allí se ha detectado un hecho sumamente delicado, más aun cuando los funcionarios de Sedachimbote han señalado de manera permanente que se hace indispensable hacer frente a esta modalidad delictiva de sustracción del líquido elemento en la medida que a lo largo solo de este año se han desvirtuado y denunciado 150 casos de conexiones clandestinas, lo cual es preocupante.
No entendemos la contrariedad del gerente municipal en la medida que el hecho es evidente, las fotografías e imágenes que se han difundido por los medios de comunicación son más que elocuentes y si en realidad estas conexiones no corresponden al depósito municipal, como todo indica en razón que las tuberías ingresan por su portón, entonces eso será materia de un deslinde que es lo que se debería demandar de inmediato. Si la tubería pasa por el depósito quiere decir que por allí enterraron la tubería y ellos deberían conocer este hecho, lo que demandamos todos los usuarios que cumplimos con pagar por este servicio básico es que la empresa llegue hasta las últimas instancias y, fundamentalmente, se informe el resultado final. De no ser así quedará sembrada una suspicacia y en este caso la duda favorece a los usuarios.