Editorial

Voluntad política y gestión eficiente: claves para mejorar la limpieza pública

La visita del Viceministro de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente (MINAM), Edgar Romero, a nuestra ciudad hace un par de semanas atrás,  ha puesto sobre la mesa una realidad innegable: la necesidad urgente de mejorar la gestión de los residuos sólidos en la comuna provincial. Las coordinaciones entre el gobierno local y el ministerio existen, los proyectos están diseñados y los recursos económicos están comprometidos, pero hay un elemento crucial que determinará si estas iniciativas se concretan o quedan en el aire: la voluntad política.

El último lunes, el Subgerente de Limpieza Pública de la comuna provincial, Miguel Barrios Ormeño, y el regidor Juan Villarreal Olaya se reunieron con el viceministro Romero, en la ciudad capital. Según declaraciones del propio Villarreal, su participación en la cita fue por disposición expresa del alcalde encargado, Felipe Mantilla. En la reunión, se discutieron aspectos fundamentales sobre la limpieza pública, la instalación de nuevas celdas transitorias y el adecuado tratamiento de los residuos sólidos. Es importante destacar que ya existe una celda en funcionamiento, pero es necesario ampliar esta infraestructura para atender la creciente demanda y reducir la contaminación ambiental.

El tratamiento adecuado de los residuos sólidos no es solo una cuestión ambiental, sino también un tema de salud pública y calidad de vida. La inadecuada disposición de los desechos genera contaminación del suelo y del agua, afecta a las comunidades cercanas y propicia la proliferación de enfermedades. En este sentido, la comuna provincial(MPS) debe asumir con seriedad la responsabilidad de ejecutar estos proyectos, más aún cuando el Ministerio del Ambiente ha mostrado disposición para financiarlos y acompañarlos técnicamente.

No obstante, la eficiencia en la administración municipal es un problema latente. Actualmente, la comuna provincial atraviesa un periodo de inestabilidad que afecta la continuidad y el seguimiento de las gestiones en curso. Cambios frecuentes en la gerencia y disputas políticas internas pueden poner en riesgo la ejecución de proyectos clave, lo que sería un grave error. La política municipal debe enfocarse en la solución de problemas concretos y no en enfrentamientos que paralicen el desarrollo de la ciudad.

Según el regidor Villarreal, el MINAM ha destinado 16 y 29 millones de soles para las inversiones en gestión de residuos, cifras considerables que permitirían mejorar sustancialmente la limpieza pública. Estos recursos no pueden desperdiciarse por falta de gestión eficiente o desinterés político. Es imperativo que el gobierno local priorice el uso de estos fondos y agilice los trámites administrativos para que las obras puedan concretarse primero y ejecutarse, después,  en el menor tiempo posible.

Otro punto crucial es el tratamiento de los botaderos de basura, en particular el de Coishco y en una zona en La Carbonera, ambas altamente degradadas y con necesidad urgente de intervención. La correcta gestión de estos espacios es fundamental para evitar impactos ambientales negativos a largo plazo. Para ello, es indispensable que la comuna provincial y el MINAM trabajen de manera coordinada en la rehabilitación de estas áreas y en la implementación de soluciones sostenibles para la disposición final de residuos.

La clave del éxito radica en la voluntad política y en la capacidad de gestión. El alcalde y su equipo deben demostrar un compromiso real con la mejora de la limpieza pública, dejando de lado disputas internas y enfocándose en la ejecución de los proyectos. La ciudadanía también tiene un rol importante en exigir resultados y en velar por que los fondos destinados a estas mejoras se utilicen de manera transparente y eficiente.

El gobierno nacional ha dado un paso adelante al ofrecer financiamiento y asistencia técnica, ahora le corresponde a la comuna provincial tomar la iniciativa y concretar estos proyectos. No hacerlo sería una irresponsabilidad y una oportunidad perdida para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Es momento de actuar con decisión y de demostrar que el desarrollo local es una prioridad real, más allá de los discursos políticos. La limpieza pública y el manejo adecuado de los residuos sólidos no pueden seguir postergándose: es hora de convertir los compromisos en realidades concretas.