Los pescadores de la flota industrial cumplieron ayer su segundo día de protestas por las principales calles de la ciudad y en el frontis de la sede de la Dirección Regional de Producción, organismo que representa en nuestra ciudad a PRODUCE, el portafolio responsable de la descarada depredación que se viene registrando en estos días.
Los hombres de mar demandaban a gritos que se suspenda la temporada de pesca y se suspendan de inmediato las faenas de pesca porque se está matando la especie debido a la elevadísima existencia de anchoveta en estado juvenil, la misma que está siendo extraída de manera impune y con la venia ministerial.
Aun cuando una medida de este tipo afecta directamente a los hombres de mar, estos se mostraron dispuestos a ajustarse los pantalones con una suspensión de faenas porque entienden que de por medio se encuentra su medio de subsistencia, la preservación de la especie es clave en la actividad pesquera y ellos lo saben por experiencia.
Sin embargo, la ambición y la voracidad de los grandes empresarios del sector pesquero son los que empujan a esta clase de decisiones lumpenescas cuando se dispone el reinicio de la pesca no solo ocultando los informes técnicos del IMPARE sino que, cuando estos han salido a la luz y ante la evidencia de las primeras faenas de la mal llamada pesca exploratoria, se pretende justificar la extracción delincuencial de anchoveta juvenil que se viene registrando en el mar de Grau.
Los pescadores son los llamados a verificar cual es el estado de la pesca, a pesar que esto ya se conocía con antelación con los propios informes del IMARPE, por ello es que han mostrado a la prensa cómo es que se viene capturando peladilla en porcentajes prohibitivos e ilegales, en cantidades que la propia norma descalifica y ordena que se cierren los puertos a efectos de preservar la especie.
Sin embargo, lejos de hacer un “mea culpa” y de reconocer los crasos errores que ha cometido, el Ministro de la Producción, Pedro Olaechea, apareció el día de ayer ofreciendo declaraciones por intermedio del congresista oficialista Carlos Domínguez Herrera, que demuestran que no solo es un político audaz sino que es un tremendo ignorante en temas pesqueros.
No se puede concluir otra cosa cuando advertimos que alega que “existe un error de interpretación por parte de los pescadores” y se refiere directamente a los hombres de mar de Chimbote que son los que han puesto el grito en el cielo frente a la pesca indiscriminada de peladilla que se registra en estos días.
En tal sentido, al negar la implementación de una veda pesquera ha dicho textualmente “no se puede dejar arbitrariamente sin trabajo a todos los trabajadores del sector pesquero industrial”, cuando los que están demandando la suspensión de las faenas no son otros que los propios pescadores de la flota industrial, no solo la demandan los medios de comunicación, los ecologistas o los colegios profesionales de la especialidad, son los propios pescadores los que piden a gritos la suspensión de las faenas y tal parece que el Ministro no se da por enterado.
Luego agrega “si bien el 92% son juveniles, lo restante por pescar pesa el 33%. Si negamos la captura de anchoveta … estamos haciendo un flaco favor a los trabajadores, la industria y mantener el desarrollo armónico”, según la descripción textual de sus afirmaciones.
La verdad es que no sabemos de dónde saca el Ministro que el restante del 92% de peladilla representa el 33% de la población pelágica que está en disposición de ser capturada, esa no es más que una fórmula cantinflesca que seguramente se la creen los congresistas de su propio signo político que se comen semejante trabalenguas y terminan fotografiándose juntos como para pretender demostrar que aquí no pasa nada.
En realidad, si el Ministro reconoce que el 92% de la captura es pesca incidental, no entendemos con que cara puede sostener que se puede seguir pescando o que la flota se limitará a extraer el restante, eso es solo un chiste de mal gusto, la captura de anchoveta se mantendrá sobre un delictivo porcentaje que acreditará una pesca indiscriminada de ejemplares en estado juvenil, esto lo sabemos todos.
Esta matanza en el mar no tiene nombre, por lo menos jamás lo vimos así, hay ministros que se habían aventurado a levantar la veda con promedios que llegaban al 30% pero nunca antes alguien se atrevió a autorizar los zarpes cuando casi toda la población pelágica está en crecimiento y presenta tamaños mínimos.
Los pescadores han reiterado el día de ayer que la pesca de juveniles se viene dando en todo el litoral no solo frente a las costas de Chimbote como lo había determinado PRODUCE al inicio de la pesca exploratoria y por cuya razón dispuso la suspensión de faenas en esta zona, sino que se registra en todos los puertos y por ello demandan la veda total tanto para la pesca industrial, artesanal como de menor escala.
De la misma manera, no se entiende el silencio en el que se mantiene el IMARPE en su condición de organismo técnico y científico, en su función como entidad preservadora del recurso, como organismo encargado de explorar el mar e informar a la autoridad con las sugerencias y recomendaciones del caso.
Si existe una población juvenil por encima del 96% como lo señaló en su informe técnico, es evidente que el IMARPE no ha recomendado que se reinicie la temporada de pesca, empero, a pesar que ello se ha dado no ha dicho absolutamente nada frente a la pesca depredadora que se viene registrando en estos días y eso lo convierte en cómplice de una actividad abiertamente delincuencial.
Los pescadores lo han reiterado el día de ayer, si PRODUCE no detiene esta depredación en el mar procederán a formular las denuncias correspondientes ante el Ministerio Público por los delitos contra la ecología en la modalidad de incumplimiento de las normas de preservación y conservación de las especies.
Los hombres de mar no deben esperar más para accionar legalmente, el Ministro Pedro Olaechea ha demostrado que se mueve al compás de los dictados de la Sociedad Nacional de Pesquería que había anunciado con antelación que se dictaría esta medida. Estamos ante un Ministro empresario que lo único que consigue es hacerle un grave dalo a la actividad pesquera. Los resultados saltan a la vista.