Opinión

Doble moral: los mismos que indultaron terroristas hoy critican amnistía para militares

Por:  Fernando Zambrano Ortiz

Analista Político

Caminar por los pasillos de los juzgados peruanos hoy ofrece un espectáculo que debería escandalizarnos. Por un lado, exmiembros de Sendero Luminoso y el MRTA – autores intelectuales de masacres que dejaron miles de huérfanos – hoy disfrutan de su libertad gracias a indultos cuestionables. Por otro, veteranos militares que arriesgaron sus vidas para defender al Perú en sus horas más oscuras, hoy cargan sobre sus espaldas el peso de procesos judiciales interminables mientras luchan contra la pobreza y el olvido.

Los Indultos que Manchan Nuestra Historia

El caso de Lori Berenson sigue siendo una herida abierta. Esta ciudadana estadounidense, cómplice activa del MRTA en la toma del Congreso donde se perdieron vidas inocentes, no solo obtuvo su libertad en 2010, sino que fue recibida como celebridad en ciertos círculos. Mientras tanto, las familias de los policías caídos en ese operativo siguen esperando justicia que nunca llega.

Pero si hay un caso que simboliza esta distorsión de valores, es el de Alberto Gálvez Olaechea, “Camarada Alipio”. El cerebro detrás de los coches bomba que sembraron el terror en Lima durante los 90, responsable de cientos de muertes, hoy da conferencias sobre “derechos humanos” mientras disfruta de su libertad. ¿Dónde están los derechos humanos de sus víctimas?

Los Olvidados de Esta Guerra

Mientras estos terroristas reconstruyen sus vidas, los hombres que combatieron el terrorismo pagan un precio desproporcionado. El coronel (r) Roberto Villanueva, condecorado por su valor en operativos contra Sendero Luminoso, hoy gasta sus ahorros en medicinas para la diabetes y abogados que lo defienden de acusaciones por hechos ocurridos hace 30 años.

El sargento (r) Luis Paredes es otro caso emblemático. Después de 25 años de servicio en las zonas más peligrosas del VRAEM, hoy subsiste con trabajos ocasionales mientras enfrenta cargos por supuestos excesos en combates donde se jugaba la vida diariamente. ¿Dónde está la justicia para estos héroes anónimos?

La Cínica Doble Moral

Lo más indignante es ver a quienes ayer defendían con fervor la liberación de terroristas, hoy se rasgan las vestiduras ante cualquier gesto de clemencia hacia los militares. Las mismas organizaciones que celebraban los indultos a senderistas, ahora hablan de “impunidad” cuando se menciona la posibilidad de amnistías para quienes combatieron el terror.

En el Perú conviven dos justicias: una que acoge con indulgencia a los terroristas y otra que persigue implacablemente a quienes los combatieron. Mientras los primeros son recibidos con comprensión y oportunidades de reinserción, los segundos cargan con el peso de una persecución judicial interminable que llega décadas tarde, cuando ya no tienen fuerzas para defenderse.

Hacia una Reconciliación con Justicia

El Perú necesita cerrar este capítulo doloroso de su historia, pero con equilibrio y verdadera justicia. No se trata de absolver errores – que los hubo – sino de aplicar la misma vara para todos. Si hubo indulgencia para quienes prendieron la mecha del terror, ¿por qué no puede haber comprensión para quienes combatieron en condiciones extremas?

Mientras el país sigue buscando su camino hacia la reconciliación, una pregunta queda flotando en el aire: ¿Por qué en el Perú el perdón parece ser un privilegio reservado solo para algunos? La respuesta que demos a esta pregunta definirá qué clase de nación seremos en los años por venir.