INTROMISION
La ex gerente de salud ambiental de la municipalidad Provincial del Santa, la actual congresista fujimorista Rosa María Bartra, se encuentra en serios aprietos en el recinto parlamentario, específicamente en la comisión “Lavajato” que preside y en donde los opositores tratan de sacarla del cargo. La razón es una desagraciada intervención que observó cuando el Fiscal que investiga las aportaciones del partido político “Fuerza Popular” decidió allanar los locales partidarios en busca de información, ocasión en la que acudieron varios congresistas de la mayoría con la finalidad de tomar parte en la diligencia o pretender desvirtuarla, de otra manera no se entiende que hacian allí. Una de las congresistas fue Rosa María Bartra quien ha señalado luego que solo llegaba a una reunión en su local partidario y se encontró con esta diligencia de allanamiento que no vaciló en calificarla como un abuso. Sin embargo, en las imágenes difundidas por los medios de comunicación, muchas de ellas proporcionadas por la propia Fiscalía, se observa que la congresista solicita ingresar a pesar que se le informa que hay una diligencia judicial en el interior. Se identifica como parlamentaria y hace uso de su posición para incursionar en el interior del local en donde también se identifica ante el Fiscal a cargo de la diligencia, incluso, se le observa grabando a los Policías que procedían a incautar la información de los locales partidarios. Lo que no entendemos es la actitud torpe de los congresistas de pretender hacer valer su influencia para entorpecer una diligencia judicial, ellos deberían saber que no tienen más poder que un Juez o fiscal y que una diligencia judicial que ha sido autorizada por un juez no puede ser materia de una irrupción por parte de quienes no deben tomar parte en ella, si existe un allanamiento basta que se encuentren presentes los responsables del local o la titular del partido, como en este caso ocurría con Keiko Fujimori que se hallaba presente junto a su abogado. Los demás sobran y sus poses beligerantes, como lo puso de manifiesto la congresista Luz Salgado Rubianes solo podrían generarles problemas ante la ley y ante el propio congreso porque esa no es una conducta sobria, prudente y moderada de un padre de la patria.
CUESTION
Por esta incursión en el marco de una diligencia judicial es que en el congreso piden la cabeza de Rosa María Bartra, más aun cuando está presidiendo una comisión en la que se ventilan los escándalos de corrupción, por lo tanto, debería tener mucho cuidado con los pasos que da y los lugares que visita. Tal parece que la congresista se dejó llevar por su corazón fujimorista y no midió su posición respecto a una actuación que corresponde a una militante más no a quien preside una importante comisión parlamentaria y ha ostentado la vice presidencia del parlamento. Bartra Barriga ha reiterado ante los medios de la capital que no tiene la menor intención de renunciar, que considera que no ha incurrido en infracción alguna en el ejercicio de sus funciones y se aferra a un cargo que ella misma puesto en cuestión.
SIMIL
A propósito de la intervención de los congresistas fujimoristas en la diligencia de allanamiento que dispuso el Fiscal José Domingo Pérez, se ha dicho que es la misma figura que alcanza a los ex congresistas “comandos” Heriberto Benítez Rivas y Víctor Crtisólogo Espejo, con respecto a allanamiento del bunker político conocido como “La Centralita”, cuya diligencia trataron de entorpecer en julio del año 2011 y por cuyos hechos se encuentran procesados penalmente. Sin embargo, no son dos figuras iguales o similares, en aquella ocasión hay que recordar que se valieron de un Fiscal Superior que era aliado de César Álvarez y quien hizo llamar al fiscal a cargo del allanamiento a su propia oficina y en ella los congresistas y César Álvarez lo fustigaron y hasta amenazaron para que deje sin efecto el allanamiento, lo que no consiguieron pero quedó sembrada la intención dolosa de los visitantes. Eso es muy diferente a lo que ha sucedido ahora y que no guarda relación con la torpe posición de los congresistas de acudir a la diligencia y pretender tomar parte de ella cuando allí estaba la lideresa y su abogado, pretender hacer valer su influencia para presionar al Fiscal a cargo es una falta que seguramente deberá calcificarse en el seno del propio congreso.