DESAIRE
No sabemos si para el director ejecutivo nacional del COFOPRI, José Luis Quilcate, es normal que se entreguen títulos de propiedad que no llevan la firma de la autoridad municipal. Empero, a sabiendas que ello ocurría permitió que se haga la entrega anteayer viernes en la Plaza de Armas. Incluso, no le llamó ni siquiera la atención que no se encontrara presente la autoridad provincial, la alcaldesa Victoria Espinoza García, quien no fue invitada y fue, precisamente, la autoridad cuya firma no aparecía en los documentos de propiedad que, asumimos, serán rechazados en esas condiciones en las oficinas de registros públicos o en cualquier otra entidad en las cuales se hagan valer. Frente a esta situación es más que evidente que existe algo extraño en la sede de su institución en la provincia del Santa, tanto así para que se margine a quien, le guste o no le guste a su funcionario, es la autoridad máxima de la provincia y debería suscribir todos esos documentos y estar presente en su entrega. De allí que no extrañaba las caras largas de los beneficiados de esta campaña de titulación porque entendían que un documento en estas condiciones tendrá serios problemas en el futuro. Mientras tanto, en la sede de la comuna provincial confirmaron a través de la oficina de imagen institucional que la burgomaestre no había recibido invitación alguna para tomar parte en esa ceremonia y que había sido olímpicamente ignorada por los organizadores, a pesar que en el acto estuvieron presentes varios alcaldes de la provincia. Algo huele mal en todo esto, lo malo es que si es que existieran diferencias de tipo político o de cualquier otra índole, ello no tiene por qué afectar a los pobladores y menos se puede llegar al extremo de burlarse de ellos al entregarles un documento que no lleva la firma de la autoridad. Que tal desaire.
FISCALIZACION
Ahora que se avecina una nueva campaña de matrícula en los colegios públicos y privados, será importante que los organismos que actúan como veedores y fiscalizadores de estos procesos estén alertas a lo que ocurre en los planteles. Por lo menos el INDECOPI ha dado muestras que no está dispuesto a tolerar los abusos por ello se acaba de revelar que ha aplicado una multa de poco más de 40 mil soles al Colegio “Señor de la Vida” del distrito de Nuevo Chimbote, al haber sido sorprendido cobrando montos indebidos. Este organismo que vela por los derechos de los consumidores, recuerda que los únicos conceptos que se pueden cobrar en los planteles son derecho de alumno nuevo, la matrícula y la pensión de enseñanza, no existe ningún otro rubro autorizado, sin embargo, en el plantel sancionado encontraron que estaban cobrando hasta por botiquín. Lo malo de esto es que el INDECOPI cuenta con procedimientos bastante lentos y formalistas que dilatan el proceso sancionador. De todas maneras la Jefa Zonal ha anunciado una campaña denominada “Examinate 2018” y ello garantiza a los padres de familia que existirán organismos que impedirán que se impongan cobros caprichosos como siempre aparecen por allí.
TEMERARIO
Ahora que la temperatura ha subido como espuma y que el fuerte sol invita a los pobladores a recurrir a bebidas heladas, tales como raspadillas y cremoladas, las autoridades deben poner la puntería sobre los establecimientos que se dedican a la venta de estos productos. Ya se sabe que las raspadillas se elaboran en base a hielo industrial y eso es un peligro para los consumidores. Lo mismo ocurre con las cremoladas que utilizan hielo, empero, lo que ha ocurrido hace poco más de una semana en un establecimiento de Nuevo Chimbote es realmente asombroso, la Municipalidad y la Policía intervinieron un local ubicado frente al mercado de Buenos Aires en donde jóvenes que compraron cremoladas encontraron dentro de sus vasos nada menos que restos de vidrios. Nadie entiende como se pudieron colar dentro de los vasos de los comensales, sin embargo, la verificación dio positivo, ha existido una grave negligencia del personal que prepara estos productos a los cuales aparentemente se les pudo romper un vaso y dejaron caer los restos en el hielo o es que éste se encontraba con estos restos. Lo cierto es que por precaución la Municipalidad procedió no solo a multar al establecimiento sino a clausurarlo temporalmente para los efectos que supere las deficiencias que lo llevaron a cometer semejante imprudencia. Cuantos otros venderán “gato por liebre”.