La publica queja de un numeroso grupo de estudiantes de la Escuela de Enfermería de la Universidad Nacional del Santa, ha puesto de manifiesto hasta donde pueden ser sumamente perniciosas las pugnas políticas y de poder al interior de la que se dice es la primera Universidad de Chimbote.
Ello porque los estudiantes señalaban que no podían avanzar en la parte culminante de sus estudios con miras de obtener los títulos de licenciaturas que los acrediten como profesionales de su especialidad porque no les autorizaban realizar el SERUM en razón que el Decano de su Facultad no estaba registrado ante la SUNEDU, requisito indispensable para que puedan cubrir esta obligación académica.
Esto que aparentaba ser un despropósito y una suerte de capricho del decano Juan Mirales Marchena, es en realidad un problema delicado en el que no solo debería intervenir la Sunedu en su solución sino que debe generar la intervención del Ministerio Publico habida cuenta que se pone en evidencia una suerte de abuso de poder para ocultar actas, desmerecer títulos y honores y elucubrar situaciones para perjudicar a ciertas personas sin advertir que con ello se perjudica a terceros.
Ello porque el mismo Decano aludido, Juan Morales Marchena, explicó a la prensa que, en efecto, no estaba registrado en la Sunedu pero que ello no era consecuencia de una negligencia de su parte sino de una suerte de componenda del Rector y funcionarios de la Universidad que se han resistido a enviar las actas de su elección porque no forma parte del grupo de docentes que se someten al Rector y aceptan sus caprichos a ojo cerrado.
Morales Marchena ha explicado que en las ultimas elecciones universitarias resultó electo como decano de la Facultad de Ciencias, superando al candidato preferido del rector, lo que habría generado las reacciones negativas de la máxima autoridad que se negó a reconocer el resultado a pesar que ellos respondían a una natural muestra democrática que determina el gobierno de las mayorías.
Lo que hizo el rector es ocultar lis documentos de esta elección y no los remitió a la autoridad competente como si lo hizo con aquellos que si eran de su entorno, lo que dejó al mencionado Decano en precaria situación y eso es lo que a la larga ha generado que los estudiantes de enfermería no puedan culminar su carrera por carecer del mentado Serum.
Esto es mucho mas delicado cuando Morales refiere que ante la indiferencia del secretario general, quien es un funcionario de confianza del rector, decidió viajar con su propio peculio a la ciudad de Huaraz en la medida que el rector alegaba que los documentos se quedaron en la ONPE, sin embargo, fue allí en donde le confirmaron la patraña pues el organismo electoral fue claro y contundente al precisar que las actas y los resultados quedan en poder de la universidad porque es ella quien debe registrar a sus decanos electos ante la Sunedu.
Mas claro ni el agua, y, esto es tan cierto que nadie puede pensar que un candidato que ha ganado una elección es quien debe acreditar el reconocimiento de su mandato, ello es absurdo y hasta cantinflesco, el rector Sixto Díaz Tello se burla de la inteligencia de los estudiantes y de la comunidad en general cuando responde los cargos alegando que todo es responsabilidad del Decano Juan Morales por no haber gestionado su reconocimiento.
Todo lo que se ha dicho respecto a este caso, los documentos que se han mostrado y las réplicas de las partes ponen en evidencia que el Rector ha buscado la manera de cerrarle las puertas al decano de la Facultad de Ciencias, se ha burlado del sistema eleccionario establecido por la ley universitaria, ese mismo que lo encumbró en el cargo, y ha conseguido que aquel no tenga respaldo legal, generando este caos y desestabilización para propiciar las medidas que respondan a sus protervas intenciones.
Y es que las protestas de los estudiantes dieron lugar a que la asamblea universitaria, de la misma extracción que el grupo del rector, sancione al Decano de la Facultad de Ciencias como si fuera el responsable de esta situación y lo suspenda por espacio de 60 días hasta que se resuelva el problema de su reconocimiento, designando en su remplazo a un Decano suplente a la medida de lo que pretende el rector.
Esto quiere decir que el rector hace sancionar a quien ha sido víctima de una maquinación al más alto nivel de la Universidad, mientras que los responsables de esta componenda resultaban saliéndose con la suya bajo el pretexto que han hallado la solución a los reclamos de los estudiantes para que puedan realizar su Serum.
No hay que se agorero ni muy avisado para advertir el verticalismo que se ha impuesto en los últimos años en la Universidad Nacional del Santa, específicamente desde que accedió al cargo el rector Sixto Díaz Tello, tanto así que los estudiantes y trabajadores debieron realizar una huelga indefinida demandando el retiro de un prepotente funcionario que era del más estrecho entorno del rector.
Esto ha ocurrido en los últimos meses de diciembre del año pasado, los medios de comunicación siguieron de cerca todas estas incidencias y comprobaron la manera despótica cómo se maneja la universidad, incluso, los comunicadores sociales que resultaron estafados con el cuento de “la maestría desautorizada” comprobaron la falta de escrúpulos de una autoridad a la que importaba un pepino si le planteaban una denuncia por los malos manejos que se hicieron en ese tema.
Esto no lo dicen los medios de comunicación, lo han denunciado estudiantes, trabajadores y docentes de la Universidad del santa que perciben un manejo anárquico, la pretensión de establecer un esquema de reyezuelos que buscan imponer sus designios a costa de la vigencia de la ley y de eliminar a los enemigos con las mismas y vedadas armas que han esgrimido en los últimos tiempos. Si el rector Sixto Díaz Tello quiere manejar la universidad a su regalada gana que implemente una de su propiedad pero que no pretenda imponer sus caprichos en una Universidad que es de todos los chimbotanos. En este caso es evidente que ha querido sacarse de encima a un Decano que no era de su agrado y lo ha conseguido a pesar que sus maniobras ilegales y vedadas han afectado otros intereses, como que los únicos perjudicados en la ambición de poder son los estudiantes y esto no puede permitirse. La SUNEDU debe revisar lo que ha acontecido con el Decano de la Facultad de Ciencias y exhortar a la Asamblea Universitaria a que levante una injusta y descabellada sanción.