Editorial

INCONCEBIBLE ATENTADO

En estos tiempos en que se conoce los efectos nocivos de la contaminación ambiental y cuando se hacen denodados esfuerzos por eliminar toda forma de polución del medio ambiente, un inescrupuloso transportista de carga pesada fue sorprendido cuando arrojaba una gran cantidad de sanguaza de pescado al costado de la carretera de acceso al balneario El Dorado, cerca de los poblados de Villa María. 

Personal del área de Fiscalización Ambiental y de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote acudió a este lugar alertado por las llamadas de los vecinos de la zona que advirtieron la presencia de un volquete que se desplazaba hacia el interior de esta vía y sospechaban que arrojaría sus desechos como  suelen hacerlo en otras oportunidades dejando pestilentes olores que los perjudican.

El personal edil sorprendió al chofer del vehículo cuando ya se retiraba por Villa María y llegó hasta el mismo lugar en donde se advertía que había arrojado algunas toneladas de los restos de pescado en estado de descomposición, alterando el medio ambiente y perjudicando a los moradores de la zona aledaña.

El accionar de los empleados ediles se vio facilitado por el hecho que estas unidades, conscientes que realizan un acto ilegal, se desplazan sin las placas de rodaje a efectos de evitar que los identifiquen y los denuncien ante las autoridades, por lo que fue necesario conducir al vehículo y al conductor a la sede de la comisaría del sector a efectos que procedan conforme a sus atribuciones.

Sin embargo, ello no fue óbice para que el Municipio proceda a aplicar una fuerte multa al transportista por la falta cometida y por atentar contra el medio ambiente, sanción que implica el pago de una multa equivalente al 50% de una unidad impositiva tributaria, que es poco más de dos mil soles.

Sin embargo, esta sanción recae sobre el conductor y su vehículo, que si bien es cierto son responsables, en realidad se trata solo de los transportistas de la sanguaza, lo que hubiese sido prudente es determinar de dónde procede esta sanguaza y sancionar a quienes amparados en el poder de su dinero, contratan a terceros para eliminar restos industriales que ellos deberían desechar mediante procedimientos establecidos por las normas legales.

En efecto, la eliminación de los residuos se debe efectuar conforme a los procedimientos que establecen las normas legales, las empresas pesqueras deben contar con sistemas de transformación  de sus efluentes y luego enviar esas aguas ya tratadas a través de los ductos del emisor submarino mar afuera,.

Sin embargo, se sabe que muchas empresas no se ha adherido ni siquiera al emisor submarino entonces menos contarán con plantas de tratamiento de las aguas residuales, por ello es que se ven en la necesidad de contratar a estos transportistas particulares para que se encarguen de lanzar esta sanguaza de manera criminal a las zonas alejadas, aun cuando lo hacen a solo unos metros de la zona residencial de Villa María.

No se debe tolerar esta actividad que atenta contra el orden ecológico, se contamina de manera descarada el medio ambiente y se deja que esta costra maloliente de desechos orgánicos se convierta en focos infecciosos porque con la descomposición del sol solo atraerán gusanos, insectos y hasta roedores.

Hace solo una semana comentábamos en esta misma columna la acertada acción del área de salud ambiental de la Municipalidad Provincial del Santa cuando sancionó a una cámara frigorífica que se había detenido a un costado de la carretera Panamericana, frente al hospital III de Essalud con la finalidad de arrojar allí los restos de sanguaza que elimina del descongelamiento del hielo que llevan en su carga, una actividad que está vedada por la ley en la medida que solo contamina el medio ambiente.

En realidad no se entiende a estos transportistas que actúan de manera impune y atentan contra el medio ambiente, tal como se denunció también por la mala costumbre de los minibuses interprovinciales que arrojan los restos de orines de sus baños químicos que tienen dentro de sus unidades en medio de la vía pública, como se observó en la plaza de armas de Huarmey.

Ocurre que estos malos choferes abren las compuertas en el lugar donde se estacionan para realizar alguna actividad, lo que demuestra su absoluta falta de higiene y la pésima costumbre de arrojar estos desperdicios en la vía pública cuando deben hacerlo a través del alcantarillado. Esperemos que las autoridades se mantengan siempre alertas para que se termine con esta mala costumbre de contaminar de manera despiadada el medio ambiente.

IMPORTANTE AUSPICIO

Por sétimo año consecutivo, el Centro Cultural Centenario ha suscrito el convenio de patrocinio de la Orquesta Sinfónica Juvenil Infantil de Chimbote, la misma que está integrada por decenas de niños y adolescentes que cultivan la música y se esmeran por consolidar este importante proyecto.

Dos empresas de nuestra localidad han respondido al llamado de las entidades que promueven y fomentan la cultura en nuestra ciudad, han apostado por el fortalecimiento de los valores y el apoyo a niños que destacan en la música y han conseguido formar una orquesta que está obteniendo un espacio a nivel nacional.

Quienes hemos escuchado sus conciertos no hacemos sino aplaudir el esfuerzo de quienes han decidido respaldar este proyecto que es uno de los pocos que promueven los valores culturales en nuestra ciudad y que nació  con una idea inicial para afianzar la enseñanza de la música pero que se ha convertido en una hermosa realidad.

Estamos convencidos que los promotores de este proyecto sabrán sacar adelante un año más esta orquesta que le otorga un nombre a nuestra ciudad en el concierto musical de nuestro país, especialmente porque una orquesta sinfónica representa mucho y son pocas las ciudades que cuentan con una. Un aplauso más para los patrocinadores de este proyecto y les auguramos todos los éxitos en sus intervenciones.