Editorial

MEDIDAS OPORTUNAS

Un equipo técnico del área de control y epidemiología de la red de salud Pacífico Norte ha detectado que el índice aédico en el vecino distrito de Coishco ha superado los cuatro puntos lo que quiere decir que las alarmas de prevención contra el dengue se han encendido en esa jurisdicción y se hacía necesaria la inmediata acción de fumigación.

Por ello es que el Director de este organismo, Dr. Miguel Nahamias Gonzales, había ya habilitado los equipos de fumigación y coordinaba con el alcalde distrital a efectos que pueda aportar el recurso humano que se requiere para manejar estos equipos y se internen en calles y viviendas para proceder a esta fase avanzada de prevención.

En efecto, el índice aédico es un valor que manejan los responsables del área de control vectorial, quienes revisan las diferentes urbanizaciones y asentamientos de una determinada jurisdicción y evalúan la presencia del vector del dengue, el mismo que se incrementa en la medida que hallan rezagos de las larvas y mosquitos en mayores cantidades.

En el vecino distrito de Coishco este índice se ha elevado en forma desproporcional si se tiene en cuenta que el valor máximo es 2, lo que quiere decir que en esos lares se encuentran con el vector amenazando a los pobladores y ello se tiene que evitar en razón que podría generarse un brote epidémico que podría escaparse de las manos a las autoridades y llegar incluso a la muerte.

Esto es más preocupante aun cuando las estadísticas señalan que solo el año pasado en Coishco se registraron 365 casos de dengue, algo así como uno por cada día del año  y el índice aédico que existía en esa oportunidad era poco más de 3, entonces en las actuales circunstancias hay que evitar que el vector genere un contagio en cadena.

Pero si en Coishco han llegado a un extremo de prevención decisivo, las cosas en el distrito de Nuevo Chimbote no son menos preocupantes, pues la semana pasada las responsables del área de epidemiología de la Red Pacífico Sur también han informado que se registró el segundo caso de una persona contagiada por el Dengue, el mismo que ya ha sido controlado en un área especial de aislamiento del hospital Regional pero cuyo antecedente obliga a las autoridades a adoptar medidas inmediatas.

En efecto, la paciente ha sido una mujer que no ha llegado de otro lugar o ha realizado algún viaje pasajero a otra ciudad, ella se encontraba siempre en su hogar y por ello se ha considerado que se trata de un caso de dengue autóctono, es decir, que se ha adquirido en ese mismo lugar de residencia de la paciente que es la urbanización Garatea.

En razón de ello es que de inmediato se dispuso una campaña de fumigación en las calles de dicho sector y de su aledaño Bellamar, especialmente en los sectores aledaños a los lugares en donde la mujer pudo haber sido atacada por el vector, pues si ella adquirió la enfermedad en su domicilio es porque el vector se encuentra merodeando en toda esa zona.

Las autoridades tiene que exterminar los mosquitos que proliferen por la zona pero esta acción no tendrá resultados efectivos si es que no se fumigan las viviendas de ambas urbanizaciones, esa es una acción complementaria necesaria en la medida que se ha demostrado y evidenciado que el vector se encuentra presente en esa zona.

Como ya se ha informado a través de las campañas que se realizan en los últimos años, la acción de prevención se inicia siempre con la abatización, con el despliegue de las autoridades por las zonas más vulnerables por la presencia de los mosquitos de la estación a efectos de eliminar las larvas y ello se logra colocando larvicidas en los depósitos de agua que utilizan las familias, especialmente en las zonas en donde no cuentan con suministro permanente, como en los asentamientos humanos.

No se puede olvidar que el vector del dengue, y, consecuentemente del Sika y la Chukinguya, se deposita siempre en depósitos de agua limpia, por lo que es imperioso que las familias de estas zonas permitan el ingreso del personal sanitario a sus viviendas para que puedan cumplir con esta abatización, de no hacerlo lo único que conseguirán es exponerse y exponer a toda su comunidad a un posible brote de la enfermedad.

Cuando esta fase de prevención ha sido superada por el vector, es decir, cuando ya se registran pacientes contagiados por este mal, lo que se impone es la fumigación, por ello es que tanto en Coishco, por el elevado índice aédico, como en la urbanización Nicolás Garatea y Bellamar de Nuevo Chimbote, se ha emprendido campañas de fumigación por que el vector avanza y ya se ha manifestado a través del contagio.

Lamentablemente, en medio del accionar y el esfuerzo de las autoridades, existen obstáculos en este accionar y ellos están dados en la negativa de los pobladores a permitir el ingreso del personal de fumigación en sus viviendas por varias razones, por las dudas y sospechas de la presencia de gente extraña dentro de las viviendas o porque estiman que la fumigación puede afectar seriamente la salud de las personas.

En tal sentido, lo que se invoca es a dejar de lado estas inquietudes, el propietario puede estar presente en el acto de fumigación con la protección necesaria y debe saber que los insumos químicos que se utilizan en esta campaña son los adecuados para que eliminen únicamente a los mosquitos, no son nocivos para el cuerpo humano, por ello se pide a las familias que salgan de sus viviendas y dejen un determinado tiempo para que el insecticida se disemine en el aire y puedan volver a retornar a sus hogares.

Lo que se tiene que hacer entender a la gente es que esta acción de fumigación es indispensable, si ella se realiza es porque el avance del vector así lo amerita, de lo contrario, podría presentarse un brote epidémico que nadie quiere, por ello es que desgraciadamente, las autoridades han debido llegar al extremo de tener que emitirse ordenanzas para sancionar a aquellas personas que cierren las puertas de sus hogares.

Esperemos que en Coishco y Nuevo Chimbote no se llegue a ese extremo, la población tiene que colaborar, ya las estadísticas y la experiencia nos ha enseñado que de no reaccionar a tiempo este mal puede convertirse en una seria amenaza. Las autoridades han adoptado medidas oportunas y los chimbotanos tenemos que colaborar con ellas, hay que estar a la altura para derrotar estos males.