Abuela, hijo y nieto fallecieron:
“No debieron morir, no merecían morir, eran una familia unida y a pesar de tener un negocio próspero nunca dejaron de ser sencillos y respetuosos con todos. ¿Por qué tiene que pasarle esto a personas tan buenas?” Fueron las dolidas palabras de una vecina de la cuadra nueve de la avenida José Gálvez tras enterarse de la terrible muerte de tres integrantes de la familia Caballero Espinola.
Y es que los Caballero Espinola como todo provinciano emprendedor se hicieron desde abajo llegando a establecer un sólido negocio de venta de aves de corral en el mercado El Progreso. Crecieron y nunca perdieron la humildad por eso que su violenta partida ha impactado y afectado a muchas personas además de familiares.
Siempre estaban unidos e iban juntos a donde vayan y es así que subidos en un auto Yoel Antonio Espinola Caballero (34), llevó a su madre Carmen Caballero Valderrama (56) a la ciudad de Trujillo para efectuarse un chequeo médico. También acompañaba Gisela Cueva Córdova, esposa del primero, con su hijo Fabricio Espinola Cueva (07).
Después de la atención médica especializada recibida por la madre y haber pasado algunas horas paseando decidieron retornar a nuestra ciudad para volver a su rutina diaria. Es decir, despertarse en la madrugada para estar muy temprano en su puesto del mercado El Progreso vendiendo a su clientela pollos como lo hacían todos los días.
Al amanecer de ayer la clientela vio cerrado el puesto de “la china”, como llamaban a Carmen Caballero. Desconocían las razones de ello, con el transcurrir de las horas tomaron conocimiento del fatal accidente.
Este ocurrió la noche del jueves en el kilómetro 395 de la carretera Panamericana Norte, en el sector de Guadalupito a tan solo pocos minutos para llegar a su casa en la cuadra nueve de la avenida José Gálvez.
Hasta el momento se desconoce la causa del accidente, lo que se supo es que el auto, de color rojo y del placa de rodaje H1X: 395, volcó dando vueltas de campana. En el acto perdieron la vida Carmen Caballero y su hijo Yoel Espinola. El pequeño Fabricio Espinola resultó con heridas graves, sin embargo, cuando era llevado a una clínica local dejó de existir.
Gisela Cueva, esposa de Yoel Espinola, y el chofer del auto quedaron gravemente heridos y se mantienen con pronóstico reservado en una clínica del centro de la ciudad.
Los cuerpos de los tres fallecidos fueron llevados a la ciudad de Trujillo y que se practique la necropsia de ley, en tanto que el auto fue remolcado a la comisaría de Guadalupito por disposición del fiscal de turno de la provincia de Virú que ha asumido la investigación que llevará a determinar la causa del terrible accidente.
Hasta el cierre de esta edición los cuerpos de la madre, hijo y nieto no eran traídos a Chimbote. En la casa de duelo ya está preparado para el velorio, sin embargo, vecinos dijeron que este se llevará a cabo cuando lleguen de Australia parientes de la familia Caballero Espinola. En tanto los cuerpos permanecen congelados en la morgue.