Editorial

EDITORIAL ::MÁS QUE NECESARIO::

Frente a las voces que han surgido en nuestra ciudad demandando un asilo de ancianos, el Obispo de la ciudad saludó esta iniciativa y expresó sus mejores deseos porque se concretice pues se trata de una institución que es muy necesaria en este momento.

La voz de la autoridad eclesiástica es importante en la medida que la diócesis de Chimbote es la entidad que administra una de estas casas de reposo que acoge a los ancianos desvalidos, a aquellos que no tienen un techo donde vivir y menos fuerzas para poder mantenerse y cuyos familiares no se encuentren en la ciudad o sencillamente los han abandonado.

En efecto, la diócesis de Chimbote administra el Asilo San José de Casma, la única institución que a la fecha acoge a los hombres de la tercera edad y les otorga un espacio humano y solidario para vivir sus últimos años de vida.

Por ello es que el obispo ha señalado que la iniciativa que se ha puesto en marcha debe tomar en consideración el financiamiento porque se debe considerar todo lo que necesita una persona y, en ese sentido, es consciente que el gasto que se hace es bastante fuerte.

Y es que no le falta razón a nuestro prelado cuando señala que,mantener un asilo implica muchos gastos, es cubrir absolutamente todo, ropa, comida, medicina, se trata de personas desamparadas que necesitan todo para poder vivir esta etapa de su vida, por lo tanto quienes promuevan este proyecto deben tomar en cuenta este aspecto.

En efecto, cuando se le preguntó a la alcaldesa las razones por las cuales ninguna autoridad toma en cuenta la construcción de un asilo, señaló que el problema es presupuestal, porque no existe una fuente de financiamiento y la implementación de una entidad de este tipo no solo debe considerar la construcción de una edificación con ambientes especialmente para atender a los ancianos, sino una planilla de personal de trabajadores, ropa, comida, medicamentos, en realidad se tiene que mantener a quienes ya pasan los últimos años de su vida.

Sin embargo, si los políticos suelen hacer promesas diversas para las cuales si pueden disponer de recursos que salen de los bolsillos de todos los peruanos. ¿Lo que no se llega a entender como es que no calculan una partida que pueda ser suficiente para cubrir la construcción y el mantenimiento de un asilo teniendo en cuenta que con ello están llenando un vacío que a nadie le parece preocupar?

Se trata de la vida de personas, de gente que ha llegado a la parte final de su vida y que, por diversas razones, no tiene la manera como mantenerse, muchos trabajan toda su vida y no cuentan con un fondo previsional, otros no ahorraron cuando tuvieron la posibilidad de hacerlo, otros han sido dejados de lado por sus familias que cuando llegan a esta edad los consideran un estorbo antes que darles el cariño necesario.

De allí que lo más lamentable es que a lo largo de todos estos años se hayan preocupado en generar recursos para obras que, siendo importantes, no tienen la necesidad que genera, por ejemplo, un asilo para los ancianos.

Recordemos que el ex alcalde Guzmán Aguirre Altamirano, de quien se dice pretendería volver a ser candidato a la comuna provincial o el gobierno regional, puso en marcha la construcción de un mercado mayorista para el cual destinó 26 millones de soles, sin embargo, después de años y de culminarse la obra ella no ha servido para nada sino para almacenes de proveedores y hasta para acondicionar a una escuelita.

Cómo es posible que se derrocharan 26 millones de soles sin que se haya efectuado un estudio previo de costo beneficio que pudiera justificar esa inversión y a sabiendas que por la ubicación que tiene no atraería a los comerciantes? ¿Por qué no se puede destinar cifras similares a la ejecución de un asilo de ancianos cuando vemos que muchos de ellos, en indigencia y abandono, pululan por las calles?

¿Qué es lo que esperan nuestras autoridades para poner en marcha realmente este proyecto? Se sabe que un regidor ha presentado una iniciativa para montar un asilo de ancianos y aun cuando se trata solo de un papel que no cuenta con un proyecto, por lo menos debería tratarse y debatirse el pedido para que exista un acuerdo que lo respalde.

De allí que muchos pensamos que el problema para la implementación de un asilo de ancianos no pasa necesariamente por una cuestión presupuestal sino por la falta de voluntad política para ejecutarlo, se adolece de la decisión de los organismos que están en condiciones de financiarlo para ponerlo en marcha, no solo a nivel de Municipio Provincial o de Región sino a nivel del gobierno central que tiene Ministerios en capacidad de desarrollar estos proyectos pero no lo hacen. Todo ello a despecho que estamos frente a un proyecto más que necesario.

ABUSO DE PODER

La oficina zonal de INDECOPI debería poner especial atención a la pública denuncia que ha formulado el comerciante Elmer Velásquez Damián contra el Banco Falabella de Chimbote, entidad crediticia que le extendió un préstamo cuyas clausulas se suscribieron con la aplicación de un porcentaje determinado de intereses pero que, luego de autorizarlo, le cambiaron los montos y pretenden cobrarle más de lo estipulado.

El agraviado ha recurrido a la Superintendencia de Banca y Seguros, entidad que ha advertido que existe una infracción por parte de la entidad crediticia y la emplazó a cobrar los intereses que se habían pactado, empero, el Banco no solo no lo hace sino que ha procedido a colocarlo en INFOCORP, afectando seriamente su calificación crediticia ante otras entidades.

En realidad esta herramienta del Inforcopr resulta siendo una suerte de espada de Damocles para los usuarios del sistema financiero pues muchas veces son sancionados sin justificación alguna y antes que puedan formular algún alegato ya son reportados como morosos y eso afecta en todas las actividades económicas que se realice ante cualquier otra entidad sea o no financiera.

El caso del comerciante Elmer Velásquez es una típica figura de abuso de poder, es la actuación arbitraria de quienes tienen la posibilidad de perjudicarte porque así lo quieren y no existen organismos que pongan coto a esto. Esperemos que el INDECOPI no solo restituya al afectado los valores que corresponden a su crédito sino que sancione con todo el rigor a la entidad crediticia para que no se presente casos similares.