Editorial

Editorial: ::: DESORDEN PROVOCADO :::

Frente a una denuncia pública relacionada con el impune funcionamiento de paraderos informales de vehículos, la Policía Nacional de Tránsito inició una serie de operativos dirigidos a erradicar estos cúmulos de vehículos que toman ciertos sectores de la ciudad con la finalidad de llamar a pasajeros para ofrecer un servicio que no guarda garantía alguna.

Con la asistencia de la Fiscalía, los operativos dieron sus frutos en los días previos a la Semana Santa, justamente cuando se aprecia el mayor movimiento de pasajeros que buscan la manera de dirigirse a Trujillo, Huaraz y Lima, por ello buscan no solo la facilidad de encontrar un cupo sino de acceder a un costo más barato.

Por ello es que los medios de comunicación identificaron hasta tres puntos en los cuales los choferes acondicionan paraderos informales especialmente a la ciudad de Trujillo y Huaraz, pues entienden que los pasajes a Lima se concentran en el Terminal Terrestre y allí no tienen manera como competir.

En el frontis del Terminal Terrestre, a un costado del grifo Primax, frente a Megaplaza, a un costado de la escalera del Puente Peatonal y en las afueras del Vivero Forestal se hallaron a un grupo de actos que estaban estacionados y con llamadores que convocaban a personas para viajar hacia Trujillo.

La Policía y Fiscalía solicitaron a los choferes sus documentos a efectos de infraccionarlos y no se eximieron de hallar a algún malcriado que se resistía a la intervención bajo el argumento falaz que no estaban cometiendo nada ilícito o indebido cuando en realidad ello no es así.

La actividad del transporte tiene que estar regulada por la autoridad, se presta un servicio de traslado de pasajeros a otras ciudades a través de empresas que cuentan no solo con vehículos que están sujetos a una supervisión o para garantizar un viaje seguro, sino que cuentan con pólizas de seguro que protegen a los pasajeros frente a cualquier contingencia, entre ellas los accidentes de tránsito.

Los choferes de esos vehículos no solo cuentan con licencias de conducir de categorías profesionales, sino que han sido capacitados para poder realizar este trabajo en las mejores condiciones físicas posibles.

Esto no ocurre con un viaje en vehículos que se estacionan en paraderos informales, los pasajeros arriesgan mucho al subirse a un auto que no solo no puede estar asegurado sino que es conducido por una persona que no tiene la categoría de licencia para poder llevar a un grupo de personas, no están autorizados para realizar este servicio de largo kilometraje.

Por ello es que las autoridades tienen que estar alertas para impedir que estos vehículos se dediquen a esta actividad a través de paraderos que ellos mismos establecen tomando virtualmente la vía pública y lo estaban haciendo de no haber sido por la advertencia pública de los medios de comunicación.

En tal sentido, llama poderosamente la atención que los inspectores de la Gerencia de Transportes de la Municipalidad Provincial del Santa hayan brillado por su ausencia en estos operativos a pesar que es la autoridad edil la que debe velar por el funcionamiento legal y correcto de las actividades en la vía pública.

Lamentablemente, en la víspera el sub gerente de Transportes, Justiniano Ramos Vásquez había señalado que ellos no están autorizados para erradicar estos paraderos informales en la medida que esa tarea compete a la Policía y el Ministerio Público, sin embargo, cuando estas dos entidades procedieron a erradicarlos los funcionarios ediles brillaron por su ausencia, ni siquiera se asomaron dejando una extraña sensación de connivencia con quienes están al frente de un servicio irregular.

Esto no solo puede ser sino producto de una lamentable e infortunada descoordinación entre las autoridades que deberían garantizar un correcto servicio a los usuarios y ello a pesar que en el Transporte existe un organismo que hasta la fecha, pese a los reclamos y esfuerzos, no termina por hacer acto de presencia en la ciudad.

Nos estamos refiriendo a la Autoridad Autónoma del Transporte en la provincia del Santa, un organismo que está incorporado en el sistema normativo de la ciudad y que en alguna oportunidad designó a sus representantes pero que hasta el momento, por razones que se desconocen, no funciona hasta la fecha.

Este organismo tiene la particularidad de reunir en una misma mesa a las autoridades que tienen estrecha vinculación con el transporte, como la Municipalidad Provincial, la Policía Nacional, el Ministerio Público, los gremios de transportistas y todas aquellos que de una u otra forma tienen que ver con el servicio de transporte.

Este organismo tiene la obligación de establecer las reglas de juego en el transporte local, en alguna oportunidad, cuando se puso en debate el famoso tema del “Quinto pasajero” se reclamó por la carencia de un organismo de estas características y se intentó implementarlo a efectos de llenar ese vacío en esta controvertida actividad.

De la misma manera, con ocasión de una protesta de los transportistas locales, se consiguió que todas las partes involucradas designen a sus representantes y se sienten en una mesa a discutir la problemática del sector, empero, si la memoria no nos traiciona, se reunieron solo unas veces y luego desapareció.

Por ejemplo, en el caso de los paraderos informales, la presencia de un organismo como la Autoridad Autónoma ayudaría mucho a resolver este problema en la medida que atañe a todas las autoridades de la localidad, y cuenta con el respaldo legal suficiente como para disponer a los entes correspondientes no solo su erradicación sino la sanción justa y ejemplar a los infractores.

Esperemos que la reacción que se ha observado en los últimos operativos contra los paraderos informales, lleve a las diferentes entidades y organizaciones a intentar una vez más el funcionamiento de esta autoridad autónoma, no se puede soslayar que el transporte es uno de los aspectos más complicados y sensibles en la vida de la ciudad, por ello requiere la participación de todos los sectores para poner coto a este desorden provocado que se aprecia en las calles. Ya es momento de tomar medidas efectivas.