El papa León XIV confirmó en su discurso al Colegio Cardenalicio que ha adoptado su nombre de pontífice por el ejemplo de León XIII, autor de la «histórica» carta encíclica Rerum novarum, en la que afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran Revolución Industrial, que ocurrió entre los siglos XVIII y XIX.
El papa estadounidense con nacionalidad peruana brindó estas declaraciones ante los cardinales que el jueves lo eligieron como el 267 pontífice, en un encuentro con ellos en el Vaticano. En su alocución, señaló que León XIII «afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran Revolución Industrial» y que en la actualidad la Iglesia «ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial», con relación a los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial.
«Precisamente, al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial y hoy la Iglesia ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo», dijo en el mensaje a los cardenales de acuerdo el texto publicado por el Vaticano.
El legado de Rerum Novarum
Gioacchino Pecci (1810-1903) fue elegido papa en 1878 y decidió elegir el nombre de León XIII, donde estuvo casi 26 años en el cargo, precisamente en un contexto en el cual ya se estaba acentuando la Primera Revolución Industrial.
Recordado por el «papa social», su obra cumbre fue la encíclica Rerum Novarum, publicada en 1891, en el marco de los retos que tenía la Iglesia para afrontar los procesos de modernización a nivel mundial, desde la perspectiva social y económica.
León XIII mostraba en su encíclica su apoyo al derecho laboral frente a los casos de explotación, pero también recalcó la defensa de la propiedad privada y delineó el papel que debería tener el Estado desde la justicia social en aquella época.
En el punto 2, resaltó que es inadecuada que los socialistas de ese entonces atizaran «el odio de los indigentes contra los ricos» que «tratan de acabar con la propiedad privada de los bienes, estimando mejor que, en su lugar, todos los bienes sean comunes y administrados por las personas que rigen el municipio o gobiernan la nación» en el tema de la distribución de la riqueza.
León XIII aseguró que esa medida llega a perjudicar «a las propias clases obreras» y que es «sumamente injusta», porque «ejerce violencia contra los legítimos poseedores, altera la misión de la república y agita fundamentalmente a las naciones».
Seguir el legado de Francisco
En un encuentro con los cardenales presentes en el Vaticano, León XIV dijo que estos días pasados han sido «dolorosos» por la muerte de Francisco y trasladó a los cardenales que son «los más estrechos colaboradores» del papa, lo que le lleva a aceptar «un yugo que claramente supera no sólo mis fuerzas, sino a las de cualquier otro», en referencia a su elección.
Un papa – aseguró Robert Francis Prevost – es un humilde siervo de Dios, como demuestran sus antecesores, entre ellos Francisco, «con su estilo de total dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida».
«Recojamos esta valiosa herencia y retomemos el camino» del anterior pontífice, dijo León XIV, quien subrayó que en estos días se ha sentido «la fuerza de esta inmensa comunidad que, con tanto afecto y devoción, ha despedido y llorado» a Francisco.