OVALO
El accidente registrado anteayer martes por la tarde en el Ovalo de Tortugas, en la carretera panamericana norte, donde un tráiler cisterna se despistó y volcó aparatosamente, es un hecho sumamente delicado que se agrava por el traslado de una carga sumamente peligrosa. En efecto, el derrame de ácido sulfúrico generó una emergencia inmediata en la medida que se trata de una sustancia química bastante peligrosa para los seres humanos, su contacto es letal y la respiración de sus gases puede ser muy riesgosa. Por ello es que de inmediato se trasladaron unidades de bomberos para atender esta emergencia, incluso, señalaron que deberían desplazar desde Lima a personal especializado en recojo y limpieza de este producto. Pero ¿Cómo es que pudo ocurrir este accidente? De primera intención es evidente que existe una negligencia del chofer en la medida que el despiste y volcadura es consecuencia de un exceso de velocidad, con mayor razón si es consciente que lleva una carga altamente peligrosa, lo que debería haber hecho es reducir al mínimo la velocidad a efectos de evitar algún accidente. De la misma manera, se ha dicho que este vehículo realizaba el viaje sin un vehículo de seguridad, como se les conoce a los autos o camionetas que hacen de “liebre” y avanzan varios metros delante de la cisterna advirtiendo a los otros choferes que está pasando un vehículo con carga peligrosa. Llama la atención que alguna empresa se encuentre trasladando esta sustancia y no haya tomado las previsiones y menos se hayan cumplido con los protocolos de seguridad que se determinan en estos casos. Hay que tener en cuenta que esto pudo ser una causa del accidente.
OHL
Sin embargo, no se puede soslayar el hecho que hasta el momento el Ministerio de Transporte no se pronuncia respecto a los múltiples cuestionamientos que se dieron el año pasado debido a los reiterados accidentes que se han registrado en este lugar al cual los choferes ya bautizaron como “el óvalo de la muerte”. Y es que se afirma que debe existir una falla estructural en la construcción del Ovalo, pues no puede ser solo una coincidencia que en este lugar se hayan registrado tantos accidentes. Justamente la semana pasada comentábamos el despiste y volcadura de un tráiler y se nos venía a la memoria el reclamo que se hizo al MTC que llegó a formar una comisión que se encargue de investigar lo que sucede en este lugar y muchos demandaban que se emplace al consorcio OHL, que es la empresa que ha ejecutado estas pistas y el Ovalo, para que se adopten los correctivos necesarios. Nada de ello se ha hecho y ahora se registra un accidente sumamente delicado, de allí que las consecuencias tienen que asumirlas los responsables de la obra.
PESCA
Desde esta madrugada las embarcaciones pesqueras se hicieron a la mar tras haberse levantado la veda de anchoveta. Por lo menos es el formalismo de este levantamiento de la veda porque en realidad se ha dado el pasado sábado siete cuando PRODUCE autorizó el inicio de una pesca exploratoria por espacio de cinco días. En estas jornadas solo se autoriza el zarpe de determinadas embarcaciones, sin embargo, lo que no se entiende como es que de inmediato se engarza el reinicio de las faenas por levantamiento de la veda. La pregunta que se cae de madura es ¿se inicia la temporada sin que se conozca los resultados de la pesca exploratoria? ¿Para qué diablos se hizo una pesca exploratoria si de inmediato se ordena el zarpe de todas las naves sin que se conozca el resultado de la exploración en todo el mar peruano? En realidad existe allí una clamorosa contradicción y una absurda medida que beneficia solo a unas cuantas embarcaciones pesqueras a las cuales virtualmente se les adelanta la fecha de levantamiento de la veda bajo el ropaje de “pesca exploratoria”. Esto es tan extraño como la cuota de 3.3 millones de toneladas que se autorizada extraer, pues se trata de la cifra más elevada de los últimos tiempos y responde a un presunto record de especies pelágicas en el mar, pues según lo que ha informado PRODUCE esta cifra responde al 30% de la población pelágica que ha detectado el IMARPE. Entonces la pregunta que se hacen los pescadores es ¿si se tiene en cuenta que en la anterior temporada que se fijó una cuota de poco más de un millón y medio de toneladas, existía en el mar de Grau una población de poco más de 5 millones de toneladas, como es que medio año después esta cifra se haya duplicado, es decir, que exista más de 10 millones de toneladas de anchoveta en el mar? ¿Es acaso esto posible?ÂÂÂÂ Todo indica que los lobbys y las grandes influencias es un mal que persiste en el Ministerio de la Producción.