PANTALONES
En esta columna hemos reconocido el trabajo que ha realizado el alcalde Humberto Ortiz Soto en el tema del Mercado Progreso, mediando entre las justas y legales exigencias del PRONIS para poner en marcha el proyecto del nuevo Hospital El Progreso, en el cual se juega nada menos que un presupuesto de 48 millones de soles. Inclusive, hemos puesto en tela de juicio su generosidad con comerciantes que en determinados momentos pretendieron tener la “sartén por el mango” cuando ello no es así, la autoridad es la que se hace respetar y desde un primer momento le sugerimos, en este espacio, que disponga la reubicación de aquellos comerciantes que no pueden tugurizar, ensuciar y contaminar una calle en donde se ubicará un centro asistencial. Por ello es que ahora que quedaron contra la espada y la pared aceptaron el cambio de giro de sus puestos, empero, ha aparecido una mano negra que trata de enturbiar este proceso, de seguir echando sombras y de paralizar nuevamente el acariciado proyecto. Son esas mismas sombras de dirigentes politizados que se encostran en las Federaciones que mantienen una representación sempiterna y que utilizan a ciertos personajes para poner piedras en el camino. Esta misma gente es la que ha promovido un acuerdo de asamblea que se dice se ha sancionado el último miércoles 28 de agosto, es decir, el mismo día que el alcalde recibía la noticia que se había aprobado el cambio de giro. Esto lo comunica al burgomaestre un individuo llamado Julio Castillo Vigo, quien se presenta como “Presidente de una comisión pro Privatización del mercado progreso” de cuya existencia nadie se había enterado y quien tiene la osadía no solo de poner en tela de juicio la autoridad edil sobre este centro de abastos sino que anuncia que viajarán a la Capital de la República para solicitar el expediente técnico porque “hay evidencias de muchas irregularidades en perjuicio de los comerciantes”. No revela ni demuestra cuáles son esas irregularidades lo único que hacen es advertir que irán a la contraloría y la fiscalía anticorrupción para denunciar estos hechos. Es el típico vocabulario de los dirigentes matoncitos que hablan sin pruebas, se llena la boca diciendo que hay irregularidades sin decir cuales son ellas, y, lo que es peor aún, todo lo relacionado al proyecto del hospital El Ptrogreso fue expuesto por los técnicos del PRONIS y en dichas reuniones de trabajo estos dirigentes trasnochados no dijeron esta boca es mía. Es muy tarde para reclamar, por ello es momento que el alcalde se ponga los pantalones largos y demuestre quien es el que manda en la ciudad, mal que nos pese y que puedan resultar afectados comerciantes que no concilian con esa casta dirigencial nociva, lo que tiene que hacer es reubicar con el uso de la fuerza a los comerciantes y dejar expedito el camino para que el Ministerio de Salud emprenda la construcción del hospital. Aquí no hay más vuelta que darle.
ACUERDO
Decimos que esto es imperativo, en la medida que el dirigente de marras afirma en el comunicado que ha remitido a los medios de prensa que el cambio de giro de los puestos de venta de productos húmedos que se ha remitido al alcalde es un acuerdo de consejo directivo, cosa que dista de lo que ha manifestado el alcalde a los hombres de prensa y que es el que lleva la firma de la Presidenta de la asociación de comerciantes minoristas del mercado El Progreso, Lidia Casana Velásquez. Si esto es así los opositores se agarrarán de este detalle para insistir en colocar piedras en el camino, por ello ya es tiempo en que el alcalde entienda que ha hecho mucho por ellos, el burgomaestre ha reconocido que detrás de todo esto está la Federación de Mercados, es decir, el tal Juan Hernández Quiliche. Por ello no debe vacilar más en las medidas que siguen en este momento, la reubicación por las buenas o por las malas, es decir, el retiro voluntario de estos comerciantes o el desalojo con uso de la fuerzas pública. Él ha vivido las experiencias anteriores del desalojo de los comerciantes informales que habían “enterrado” ese sector, entonces, sabe cómo se manejan estas cosas. Que lo haga nomás que el pueblo, no solo de El Progreso sino de todo Chimbote, lo van a respaldar.
GARANTIAS
Quien no ha visto en películas los dramas que viven algunos ancianos que son abandonados o que son víctimas de violencia que ejercen sobre ellos sus propios hijos. Incluso la disputa de sus bienes por parte de estos y la ambición de aquellos por obtenerlos mientras aquel está aun en este mundo. Ese drama lo hemos visto la semana pasada en el curso de un proceso judicial en el juzgado de Familia, en donde la Juez Milagros Ñurena se vio precisada a dictar medidas de protección a favor de un anciano que retornó de Lima en donde era objeto de maltrato por parte de una de sus hijas y al querer retornar a su vivienda del 21 de abril estaba cerrada porque la había tomado otro hijo. La Juez ordenó el cese todo tipo de acto que cause daño económico y/o patrimonial, debiendo abstenerse de apropiarse indebidamente de objetos, documentos o bienes del protegido. Del mismo modo se ofició al personal de la Comisaría 21 de Abril para que atienda dichas medidas, bajo la consigna de denunciar penalmente a la mujer. Lo que tenemos que ver y escuchar en esta vida.