Política

ACTUALIDAD Y POLÍTICA… ACTUALIDAD Y POLÍTICA

HOSTILIZACION

El anuncio que hizo la Subprefecta de Nuevo Chimbote, Melina Vizconde Zarate, en el sentido que evalúa renunciar debido a los malos tratos y hostilizaciones de los cuales ha sido víctima, es un hecho que no debería pasar desapercibido. Ello porque llama poderosamente la atención lo que está ocurriendo en las subprefecturas, pues de un tiempo, a esta parte se ha advertido la presencia de elementos extraños y lo que ya es sumamente suspicaz es que hasta la fecha no exista un Subprefecto Provincial que es el cargo de mayor importancia en la provincia, sin embargo, tras el cese del ex Subprefecto Nelson Anticona Herrera, en Mayo de este año, hasta la fecha no existe un remplazo y solo han designado a los subprefectos distritales como encargados del despacho. Para nadie es un secreto las limitaciones que tienen en el interior de la provincia, por ello extraña que hayan transcurrido casi cinco meses y hasta el momento no se designe a nadie, lo peor es que, aparentemente, al prefecto regional no le sorprende y no dice nada. Mientras tanto, las subprefecturas se han visto invadidas por elementos que solo se dedican a la intriga política, que manejan a los subprefectos distritales como marionetas, por ello es que la Subprefecta de Nuevo Chimbote, quien no forma parte de ese círculo vicioso, es maltratada de la peor manera cuando se reintegra al cargo y la dejan en la calle. El subprefecto de Nepeña, que la remplazó por un mes, había cambiado todas las cerraduras y no le daba la gana de permitirle el ingreso. Maltrató a su homóloga y nadie dijo esta boca es mía, ni siquiera la defendieron en su condición de mujer, el actual subprefecto provincial (e) se quedó mudo y cuando maltratan a una mujer y no se hace nada eso se llama cobardía. Parece que ese alimento que comen los pollos y gallinas es el que perturba las subprefecturas. Ya lo había advertido el ex subprefecto Nelson Anticona pero nadie le hizo caso. El tiempo le da la razón.

REBELDE

Hasta donde entendemos, la Policía Nacional, es una institución de vanguardia en donde prima la disciplina, quienes frisamos la base cinco hemos crecido con la imagen que nos entregaba el slogan a la entonces Benemérita Guardia Civil que decía “el honor es su divisa”. De allí que nos extraña sobremanera que en esta jurisdicción policial se haya registrado un caso de rebeldía que no ha recibido el tratamiento funcional que ameritaba. Nos estamos refiriendo al caso del Comisario de Casma, Comandante Wilfredo Álvarez Balbuena, a quien el jefe de la División Policial ha denunciado ante la oficina de Inspectoría por su reiterada negativa a cumplir con las disposiciones y órdenes dictadas por su despacho para prevenir e impedir que se cometan actos de ilícitos penales cuando se traten de operativos de transporte, que es el hecho más recurrente que se ha observado en la división policial. Como se recuerda, el alto mando dispuso que los comisarios se encarguen de controlar la labor del personal de la sección de tránsito a efectos de evitar el cobro de coimas, empero, al Comisario de Casma le llegaban las directivas y eso puede calificarse como una suerte de complicidad para que el efectivo siga haciendo de las suyas siempre y cuando comparta con el superior. Pero si esto ha sido así, si ha existido un comportamiento rebelde por parte del oficial. ¿Por qué el Jefe de la División Policial no lo removió del cargo de inmediato? ¿Por qué se permite que un oficial que se zurra en las directivas superiores siga despachando y poniendo en riesgo la imagen policial? Nos parece que en este caso no se ha reaccionado con la energía y contundencia que amerita un acto de indisciplina como el comentado.

EXTRAVIADA

El caso de la octogenaria extraviada en nuestra ciudad y que, al cabo de 48 horas apareció abandonada en San Jacinto, es un hecho que debe ameritar una reflexión por parte de las familias que cuentan con personas de la tercera que requieren de mucha atención. Ello porque la senilidad no la decide nadie, es una consecuencia del transcurso de los años, del paso del tiempo y del organismo de las personas, algunos son pasibles de lagunas y los males del Alzheimer que los inhabilita, los lleva a deambular sin saber en dónde se encuentran. Por ello es que necesitan extremo cuidado, cuantas veces nos hemos encontrado al volante y vemos que ancianos que pasan los 80 años cruzando la pista lentamente exponiéndose a un accidente. Las personas de esa edad necesitan estar acompañados, no pueden caminar solas, en el caso que nos ocupa, la octogenaria salió de su domicilio del barrio Magisterial y apareció en San Jacinto. ¡Como llegó hasta allí? Nadie lo sabe, la suerte es que pese a debió ser auxiliada en camilla, estaba con vida. Hay que cuidar a nuestros padres cargados de años, esa es una responsabilidad ineludible de los hijos, deben recordar que ellos nos cuidaron de niños, nos educaron, nos vistieron, nos alimentaron y procuraron que tengamos una carrera profesional o una ocupación. No nos olvidemos de ellos.